jueves, 16 de mayo de 2013

Se inició el juicio por el despojo de los bienes de los hermanos Iaccarino durante la última dictadura

Dos ex policías acusados de extorsionar y privar ilegalmente de la libertad a los hermanos Rodolfo, Carlos y Alejandro Iaccarino durante la última dictadura cívico militar, comenzaron a ser juzgados ayer por el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata.

Los acusados amenazaron a los empresarios con "tirarlos al Río de La Plata" sino entregaban sus campos y un avión.

“Para irse tienen que entregar los campos y el avión. O entregan algo o van al Río de La Plata”, relató hoy Carlos Iaccarino que les advirtieron sus captores cuando estaban detenidos en la Brigada de Investigaciones de Lanús, con asiento en el partido de Avellaneda.

Iaccarino prestó declaración ayer en la primera audiencia del juicio oral y público que lleva adelante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata contra el ex Jefe de la Brigada, Bruno Trevisan, y el ex subjefe, Jorge Rómulo Ferranti, por los delitos de “extorsión, privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos”.

Según consta en la acusación formulada por la fiscalía a cargo de Sergio Molina y Hernán Schapiro, los hermanos Iaccarino fueron secuestrados en 1976 “con motivaciones de índole económica" y tras pasar por varios lugares de detención en Buenos Aires y la provincia, el 6 de julio de 1977 fueron trasladados a la brigada de Investigaciones de Lanús, donde funcionaba el centro clandestino de detención conocido como "El Infierno".

Carlos Iaccarino detalló que en ese lugar “fuimos alojados en celdas con presos comunes, sin recibir comida, con condiciones de higiene nulas” y que "al segundo día de permanecer allí llegaron un juez de La Plata, Leopoldo Russo, y una doctora de apellido Aparicio, que era su secretaria”.

Agregó que pese a que ellos les comunicaron que “venimos de estar secuestrados”, la secretaria les comunicó que se les había iniciado una causa por “monopolio de carnes” por las explotaciones agropecuarias que tenían en la provincia.

Precisó que en los primeros días de agosto de 1977, los llevaron al despacho del ex policía Ferranti donde dos personas, empresarios, les comunicaron que venían a comprar las 25 mil hectáreas de campo que poseían en Santiago del Estero y un avión.

“No podemos vender las propiedades, tenemos juicios y además estamos detenidos”, dijo Iaccarino que les comunicó a los empresarios Bruno Chessi y Vicente García Fernández, de la empresa Equino Química, quienes le ofrecieron 800 millones de pesos o un campo de golf y 300 mil dólares a cambio de sus campos.

Sostuvo que en ese encuentro les advirtieron que “si venden se van en libertad”, y agregó que el 9 de noviembre se presentó en "El Infierno" la escribana Díaz de Camaño y les hizo firmar a los hermanos un poder especial para que el padre de los tres, Rodolfo Genaro Iaccarino, y el doctor Eduardo Araujo, puedan vender las dos fracciones de campo.

Iaccarino declaró además que cuando su padre efectivizó la operación preguntó “¿no me llevo nada?”, en relación a que no le entregaban el dinero y recibió como respuesta “te parece poco la vida de tus tres hijos”.

El testigo aseguró ayer que había “una organización y sincronización perfecta entre la estructura represiva y las instituciones económicas” y aseguró que fueron despojados de todos los bienes de la familia, los que nunca más pudieron recuperar.

“Hoy me saco una mochila de 37 años. Ojalá sirva para la verdad, la memoria y la justicia”, le dijo Iaccarino al Tribunal al finalizar su extenso testimonio.

En la audiencia de ayer, prestó también declaración el premio Nobel de la Paz y presidente del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), Adolfo Pérez Esquivel, quien aseguró que “las fuerzas armadas no pudieron por sí mismas dar un golpe de estado, necesitaron de sectores civiles y religiosos”.

“Hubo muchos empresarios que fueron víctimas de la dictadura y de casos de tormentos por dinero y propiedades”, aseguró Pérez Esquivel, quien mencionó el caso de un empresario de Tucumán y otro de Azul que fueron obligados también a ceder sus propiedades durante la dictadura.

También declaró uno de los imputados, el ex subjefe de la Brigada de investigaciones de Lanús, Jorge Rómulo Ferranti, quien negó conocer a los hermanos Iaccarino, que estuvieron detenidos en esa dependencia durante la última dictadura militar, y aseguró que allí no se infligían maltratos.

"Yo no recuerdo a estos señores (los hermanos Iaccarino) y a la escribana (que hizo firmar a los hermanos un poder para proceder a la apropiación de sus bienes) nunca la vi en mi vida", declaró Ferranti.

Si bien negó recordarlos, el ex policía tuvo que aceptar que ambos hermanos estuvieron detenidos allí, tras exhibírsele documentación donde consta la detención de los tres hermanos en esa dependencia policial.

"Esta gente (los Iaccarino) arranca mal, yo no estuve en nada, se había fugado un preso y yo no estaba en noviembre de 1977 (cuando los hermanos fueron obligados a firmar un poder para proceder a la venta de sus bienes), el 21 o 22 de octubre me trasladaron a otra dependencia", detalló.

Por su parte, el otro imputado, Bruno Trevisan, ex jefe de la Brigada de Investigaciones de Lanús, se negó a declarar, mientras que el Tribunal informó que las audiencias se retomarán el viernes con la declaración de Alejandro Iaccarino.

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