martes, 8 de octubre de 2013

Argentina es uno de los siete países desarrolladores de satélites

A través de la estatal INVAP, nuestro país pondrá en órbita en pocos meses el primer artefacto de telecomunicaciones espacial de fabricación nacional, el Arsat-1.
 
El gerente general de la empresa Invap, Héctor Otheguy, destacó que con la fabricación de tecnología compleja "integramos un club muy especial de países que construyen satélites y nuestra atención está centrada en que salga bien este Arsat-1 a poco de lanzarlo, entre junio y julio de 2014".
 
Otheguy mencionó la construcción del primer aparato espacial desarrollado por la industria nacional, que está en medio de las pruebas en la cámara de termo-vacío, donde se exigen los materiales a las condiciones de extremo gradiente térmico en un rango de 190 grados bajo cero hasta 150 grados centígrados.
 
El ámbito de los test es el nuevo Centro de Ensayos de Alta Tecnología-Ceatsa, creado en asociación de la empresa estatal de telecomunicaciones Arsat, mayoritaria, con INVAP en una quinta parte, e inaugurado recientemente por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Bariloche.
 
INVAP marcó una misión exitosa en 2011, con el lanzamiento del SAC-D Aquarius de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) para observación de la Tierra, en un trabajo conjunto con la agencia espacial estadounidense NASA y otras europeas, que además sumará tres de Arsat y otros de la Conae.
 
INVAP y Conae  firmaron un contrato para la instalación en Bahía Blanca de la base de lanzamiento Tronador II, con capacidad de transporte de 250 kilos (lo que pesan los satélites de observación terrestre) mientras que los de telecomunicaciones pesan 3 toneladas por la cantidad de combustible que llevan para funcionar 15 años.
 
"Cuando Conrado Varotto -actual director ejecutivo de la Conae- nos convoca a un grupo del Centro Atómico Bariloche, que veníamos de la actividad en las ciencias básicas en el Instituto Balseiro, nos dice `hay que hacer algo que sirva, que resuelva problemas que tienen que ver con la economía y con lo que necesita la gente en forma más inmediata", relató Otheguy.
 
“El gobierno ha usado el poder de compra del Estado para desarrollar satélites, en vez de comprarlos en el exterior: estas políticas marcan la diferencia“, destacó.
 
Otheguy remarcó asimismo el uso pacífico de la energía nuclear, que le posibilitó a INVAP crecer desde la Comisión Nacional de Energía Atómica-Cnea: “la creatividad de Varotto, que para nosotros es un genio que vio hace 40 años lo que había que desarrollar, y dejó un equipo experimentado con el que pudimos ingeniárnosla” para salir adelante.
 
La empresa argentina logró reconocimiento mundial al lograr establecer relaciones comerciales con Argelia, Egipto, Arabia Saudita, Brasil, Venezuela y otros países.
 
"Siempre pensamos en términos de ser competitivos para salir al exterior con las capacidades que desarrollamos en el país, y el primer reactor nuclear para investigación que exportó INVAP fue para Argelia, un cliente que nos eligió de socios desde los '80 y con el que tenemos proyectos nuevos", reconoció.
 
INVAP pasó de 350 empleados en 2003 a 1100 en 2013, invirtiendo el 90 por ciento de los dividendos para el financiamiento de nuevas infraestructuras, y un 10 por ciento como bono de participación en las ganancias de igual monto para todos sus empleados.

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