sábado, 23 de agosto de 2014

El movimiento nacional de curas en opción por los pobres condenó la usura de los fondos buitre y denunció complicidades

El documento titulado “Hay que seguir andando, nomás”, rechazó "la imposición global del capitalismo liberal que multiplica la desigualdad y la pobreza y acelera la concentración inmoral de la riqueza en manos de pocos".

El grupo nacional de Curas en Opción por los Pobres rechazó "la imposición global del capitalismo liberal que multiplica la desigualdad y la pobreza y acelera la concentración inmoral de la riqueza en manos de pocos", en una declaración divulgada ayer, al concluir su 27º encuentro anual.

El documento titulado “Hay que seguir andando, nomás”, condenó la “usura internacional de los fondos buitre” y criticó las “posturas eclesiásticas que simpatizan con políticas en favor de los poderosos y en contra de los pobres”.

"No podemos callar" porque "mientras el patrón económico sea la acumulación de capital y las reglas del sistema estén sólo en función de eso, no habrá salida para las situaciones más críticas que vivimos en el mundo y en nuestra patria", se añade en el documento.

La declaración fustigó a los fondos buitre "y sus cómplices en nuestra tierra que responden genuflexos ante las voces imperiales, siendo responsables de políticas que en nuestro país nos condujeron a la debacle, a la crisis más grave de nuestra historia, al hambre y a la desocupación".

El extenso documento de los Curas en Opción por los Pobres rechazó, además, "callar frente a los dolores de los pobres como la amenaza del virus del ébola, cuyo tratamiento fue priorizado sólo cuando se convirtió en amenazante para los países desarrollados".

También denunció que "miles y miles de inocentes son asesinados en la franja de Gaza desarmados e inertes ante el silencio cómplice y aberrante especialmente de las grandes potencias occidentales" y sostuvo que "para este sistema injusto la vida de los pobres no vale nada".

Respecto del debate dentro de la Iglesia Católica, el texto expresa que tras "las condenas a los responsables del asesinato del obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, seguimos aguardando una palabra episcopal, omitida y negada por 40 años".

Por otra parte, el grupo sacerdotal celebró que "el gobierno nacional confronta con los sectores poderosos que se niegan al necesario protagonismo regulador del Estado en favor del bien común con herramientas como la Ley de Abastecimiento".

"Celebramos la aparición de cada nieto restituido, en este caso -por todo su valor simbólico- la recuperación de la identidad tanto tiempo robada de Ignacio Guido Montoya Carlotto", se consigna.

También celebró la democracia "con todas sus -y nuestras- limitaciones", la unidad latinoamericana y "los derechos tan variados que se han ido adquiriendo y ampliando en todos estos tiempos recientes".

"Tenemos la esperanza que cual sea el resultado de las futuras elecciones estos derechos sean ratificados y el pueblo pueda sentirse feliz poseedor de lo que legítimamente le pertenece", subrayó el documento.

La declaración recordó finalmente a los mártires propios, entre los cuales mencionó a Carlos Mugica, Enrique Angelelli, Carlos Ponce de León, Jaime de Nevares, Alberto Devoto, Oscar Romero "y tantos otros miembros de las comunidades, curas, religiosos, laicos y laicas, sabiendo que en ellos y en su testimonio Dios nos marca un camino, nos señala un rumbo y nos habla de la Iglesia que debiéramos ser y vivir".

"Creemos que el Espíritu de Dios guía la historia, acompaña e ilumina, aunque muchas veces no sepamos escucharlo. Y por eso celebramos cada encuentro de hermanos, cada espacio de vida y cada signo en el que queremos aprender a reconocer la presencia de Dios entre nosotros y la protección de la Virgen María", concluyó el documento.

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