jueves, 9 de octubre de 2014

El Gobierno tomará medidas para terminar con la especulación de las cerealeras

Capitanich enfatizó que se utilizarán "todas las herramientas para terminar" con ella. Y dijo que seguirán las reuniones con las empresas para alcanzar un consenso sobre el volumen a liquidar.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, advirtió ayer que la demora en la liquidación de divisas por la retención en la exportación de granos revela “una tendencia especulativa" que atenta "contra el interés nacional”.

Tras confirmar que por la tarde de ayer proseguiría una agenda bilateral de reuniones con compañías cerealeras, el funcionario sostuvo que “hay que utilizar todas las herramientas por parte del Estado para garantizar que se termine con este tipo de maniobras especulativas”.

Sobre los encuentros ya mantenidos, Capitanich dijo en el transcurso de su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada que “no hemos alcanzado un consenso respecto al volumen total a exportar y a liquidar”.

Asimismo, recordó que en 2012 el flujo total de liquidaciones por exportaciones de soja fue de 5.800 millones de dólares para el último trimestre; en 2013 fueron 4.600 millones y para este año la previsión inicial, sin prefinanciación de exportaciones, sería de 4.200 millones.

“Hay un stock acumulado de casi 25 millones de toneladas (de soja), la tendencia del precio es declinante y el Estado dispone de instrumentos para garantizar la liquidación del productos, a efecto de resguardar una potencial pérdida para el productor”, dijo el Jefe de Gabinete, quien agregó que “deberían generarse las condiciones para que en este trimestre exista expansión en el volumen total liquidado, y un ingreso más significativo de divisas”.

También dijo que se buscará con las compañías cerealeras “verificar las metas de liquidación de exportaciones, porque es marcadamente insuficiente”.

“Tenemos una cosecha superior a las anteriores y la tendencia de precio es sustancialmente inferior; por lo tanto no hay motivo para especulaciones, porque el prejuicio es para el productor y para el país”, de modo que “en defensa del interés propio deberían inducir a un proceso de liquidación”, consideró el ministro coordinador.

Señaló luego que, debido a la retención de granos por parte de los productores, “muchos camiones han realizado menos fletes; los camioneros obtuvieron menos ingresos; hubo menos actividad de la flota fluvial y el sistema ferroviario y de los trabajadores de estiba de cargas; a la vez que se restó un ingreso adicional de divisas para actividades económicas conexas".

Capitanich resaltó luego contradicciones de la cadena cerealera: “cuando existe absoluta liberación para liquidar un grano, como la soja, que no requiere autorización previa, no se liquida; y cuando se requiere un ROE (Registro de Operación de Exportaciones) para manejar stock y garantizar el abastecimiento a la demanda domestica, hay reclamos permanentes”.

“Cuando tienen libertad para comercializar no lo hacen por actitud especulativa, y cuando tienen que pedir autorización, reclaman porque el Estado regula. Es decir, cuando el Estado no regula, no liquidan, y cuando el Estado regula, reclaman, lo cual es un sinsentido”, concluyó.

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