viernes, 7 de julio de 2017

La condena a Milagro Sala, camino a la Corte Suprema

EL FISCAL DE CASACIÓN PENAL JAVIER DE LUCA APELÓ LA CONDENA A TRES AÑOS DE PRISIÓN QUE LA SALA IV DE ESE TRIBUNAL HABÍA CONFIRMADO CONTRA LA LÍDER DE LA TUPAC AMARU, MILAGRO SALA, ACUSADA DE SER LA INSTIGADORA DE UN ESCRACHE HECHO EN 2009 AL ENTONCES SENADOR Y AHORA GOBERNADOR FASCISTA JUJEÑO, GERARDO MORALES. EL PLANTEO DEL REPRESENTANTE DEL MINISTERIO PÚBLICO ENCAMINA LA CAUSA HACIA LA CORTE SUPREMA.

La apelación incluye también a María Graciela López y Ramón Gustavo Salvatierra, los otros dos integrantes de la organización social que fueron condenados junto con Sala por el mismo hecho. 

También fue apelado el agravamiento de las figuras delictivas por las que los tres podrían ser condenados tras un fallo de la Cámara de Casación.

Según De Luca, la sentencia de Casación ya estaba “escrita y basada en ideas preconcebidas que conducían a un único destino fatal” y advirtió que los camaristas “convalidaron la valoración de prueba no incorporada al debate, más precisamente la declaración del testigo René Arellano”según publicó el sitio Fiscales.org.

Como la única prueba para atribuir un delito a Milagro Sala como instigadora del escrache nunca fue incorporada formalmente al juicio, aunque fue utilizada como argumento para la condena, el fiscal argumenta que el fallo de Casación “implicó la violación del principio acusatorio y de la garantía de imparcialidad”, ya que Casación se arrogó el rol de acusador.

El 21 de junio pasado, La Sala IV, integrada por los camaristas Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Juan Carlos Gemignani confirmaron la condena contra Sala y, entre sus argumentos, avalaron los testimonios de los dos testigos que la sindicaron como “instigadora” de una protesta, a pesar de que está probado que la dirigente no participó de esa manifestación.

La causa por los huevazos a Morales en el Consejo de Profesionales de Ciencias Económicas comenzó en 2011, pero recibió un impulso de la justicia jujeña tras la detención de Sala el año pasado, ya con el sorete mal cagado de Morales en el Ejecutivo provincial.

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