domingo, 2 de julio de 2017

La oposición apura las leyes para promocionar la industria fluvial que frenó Dujovne

EL FFRENTE PARA LA VICTORIA-PJ Y EL MASSISMO ACORDARON DICTÁMENES. LA ALIANZA DE DERECHA CAMBIEMOS BUSCA CONGELARLOS.

La alianza de derecha Cambiemos volvió a dejar sin quórum el martes en Diputados la comisión de Intereses marítimos y así continúan cajoneados los proyectos para promover la industria naval y la marina mercante.

Pero la oposición avanzó por las suyas y ya tiene dos dictámenes para imponer en la próxima reunión. Podrá hacerlo en minoría (el reglamento permite sesionar en comisión con un tercio), aunque le será difícil llevar los proyectos al recinto porque, tras ser aprobados en el Senado en noviembre, fueron girados a las comisiones de Legislación General y a la de Presupuesto, presididas por los macrifascistas Daniel Lipovetzky y Luciano Laspina.

Nunca las convocarán para estos temas porque, Emilio Monzó les confesó a los referentes de los sindicatos marítimos que Nicolás Dujovne teme aumentar el déficit fiscal por alentar al sector.

Los gremialistas, que confiaban en el respaldo que les había dado Guillermo Dietrich, habían amenazado con parar los puertos si la ley seguía demorándose pero no fueron a fondo, ni siquiera cuando supieron que era decisión oficial archivarla. Aun cuando fueron ellos quienes a fin de año lograron con una marcha frente al congreso empujar el debate en el Senado, donde terminaron aprobándose dos proyectos por unanimidad.

El ministro de Hacienda teme un costo fiscal muy alto porque las leyes exigen reducir o eliminar impuestos ya sea para construir buques (en la de industria naval) o para impulsar la línea de bandera en los mares interiores, donde la flota nacional sufre el costo del 35% de Ganancias, inexistente en los países vecinos.

Para los gremios el costo es ínfimo, porque la falta de competitividad hizo mínima la circulación de barcos argentinos por el país y tal es así que se hizo habitual el arribo de barcos paraguayos desde la hidrovía.

Sin embargo, durante el primer debate en comisión, al que fueron sólo algunos diputados de la alianza fascista Cambiemos a ratificar su rechazo, algunos expertos minimizaron el impacto de los países vecinos y apuntaron a potencias mundiales que impiden la navegación interna de buques extranjeros y luego envían los suyos a los países en desarrollo.

Es a lo que intenta acercarse el proyecto sobre marina mercante. La clave, según los que trabajaron en el texto final, está en el artículo 23. Establece que "los buques y/o artefactos navales que al momento de la entrada en vigencia de la presente ley gozarán del tratamiento de bandera nacional previsto en los decretos 1010/2004 y 1022/2006, serán considerados como nuevos sin uso a los fines de su importación definitiva".

El proyecto sobre industria naval acordado hasta ahora plantea en su artículo 7 anular los derechos de importación de "insumos, partes, piezas y componentes, todos ellos nuevos, sin uso y sin capacidad de provisión local, destinados a la construcción, reconstrucción, transformación y reparación en el país de buques y artefactos navales, adquiridos por parte por personas físicas o jurídicas", que deberán integrar un registro oficial.

El diputado kirchnerista Julio Solanas, presidente de la comisión de Asuntos Marítimos, confirmó que los asesores de toda la oposición habían trabajado en un dictamen común para ambas iniciativas y lo empujarán pese a la negativa de Cambiemos, que no está en condición de frenar un dictamen si el resto de los integrantes de la Comisión asiste.

Pero rara vez ocurre: siempre hay faltazos inesperados y en el Congreso ya es vox populi que este tema nunca llega al recinto, sea quien sea el presidente de turno. Las grandes empresas navieras saben comunicarse con los legisladores.

La massista Marcela Passo ratificó que su bloque trabajó en un acuerdo con el kirchnerismo. "Cambiemos dijo que presentaría su propio dictamen, pero solo fueron estrategias para postergar la discusión. A un mes de ello, seguimos sin escuchar ni saber al menos que es lo que piensa de este tema tan importante y tan postergado para el país", reclamó.

"Esta norma generará un desarrollo en las economías regionales cercanas a la hidrovía, aprovechando nuestros propios recursos y creando gran cantidad de fuentes de trabajos, algo que el país necesita con urgencia", agregó. En la próxima reunión de Comisión se aprobarán. Pero difícil que vuelvan a debatirse.

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