La vicejefa de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires aseguró que a partir de enero, puede peligrar el servicio de subtes si la Legislatura porteña no aprueba el proyecto de traspaso sin modificaciones como pretende el macrismo.
El Poder Ejecutivo porteño envió a la Legislatura porteña un proyecto de ley para formalizar el traspaso del subte a la órbita de la Ciudad. La oposición no apoya al proyecto ya que el mismo cercena el derecho a huelga de los trabajadores.
El kirchnerismo se opone a sancionar la ley tal como la envió el ejecutivo y el PRO pretende discutir la misma a libro cerrado, sin realizar ninguna modificación.
En ese contexto María Eugenia Vidal aseguró que sin la ley "el primero de enero entra en riesgo el funcionamiento del subte".
"Sin la ley que autorice al Ejecutivo a hacerse cargo del servicio, legalmente el Ejecutivo no puede hacerse cargo", agregó Vidal quien omitió hacer referencia a por qué no hay consenso para aprobar una ley que avanza sobre los derechos de los trabajadores del subterraneo.
Vidal intentó desmentir que el proyecto atente contra el derecho a huelga y aseguró que "trata de garantizar un servicio mínimo", lo que obligaría a los trabajadores a prestar servicio.
La misma vicejefa agregó que la polémica medida es "para que los usuarios no se vean afectados cada vez que los gremios intentan hacer un paro", lo que le quita poder al reclamo de los trabajadores y obliga a los mismos a prestar servicio en una jornada de huelga, afectando así éste derecho.
No es el funcionamiento del subte lo que va a etrar en riesgo. Es la ciudad de Buenos Aires la que está en riesgo desde que Mugrizio Macri es el jefe de Gobierno.
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