jueves, 17 de marzo de 2016

Macri le entregó el Instituto del Cine a Suar y empieza a armar la liga de los artistas M

EL EX POL-KA, ALEJANDRO CACETTA, ES EL NUEVO TITULAR DEL ENTE QUE DISTRIBUYE MILLONARIOS SUBSIDIOS AL CINE.

Estratégicamente ubicado en la mesa que más cómodo se siente, la de Mirtha Legrand, Adrián Suar no se anduvo con chiquitas. "Sufrí bastante el kirchnerismo", pronunció ante la mirada cómplice de la anfitriona. El gerente de programación de Canal 13 estaba allí el domingo pasado dispuesto a promocionar su nueva película de comedia, que este jueves estrenará junto a su coequiper perfecta Valeria Bertucelli, llamada risueñamente Me casé con un boludo. "No me han hecho el camino fácil", desgranó Suar haciendo hincapié en la campaña de desprestigio que padeció por oponerse a la gestión de Cristina Kirchner.

Sin embargo, eso ya quedó atrás. Ahora hasta se da el lujo de contar con la presencia del ex hijastro de Flavia Palmiero en el pre estreno de su filme. Es que para distenderse de la maratonica jornada parlamentaria que trataría el arreglo con los fondos buitre, Mugrizio Macri y Juliana Awada hicieron salida de novios y fueron al cine. La invitación fue cursada por el mismísimo Suar que quería engalanar la sala, sin imaginarse que el combo sería completo cuando vio llegar a Vicky Xipolitakis y su enamorado José Ottavis. Visiblemente deslumbrado por los flashes y las figuras del espectáculo local, el diputado provincial del FPV no pensó jamás que su romance incluiría un pasaporte directo de la militancia en barrios postegados a la alfombra roja.

La relación de Macri con Suar no es nueva y ya durante su gestión como jefe de Gobierno fue permeable al lobby del productor que logró que aprobara nada menos que en la zona más top de Palermo Hollywood y Colegiales -zona donde esta ubicada Pol-ka- un "Distrito Audiovisual", que otorgaba ventajas impositivas a las productoras nucleadas en Capit, la cámara de productoras que creó el actor. 

La luna de miel entre Macri y el gerente de Canal 13 se consolidó el 16 de diciembre pasado, cuando Pablo Avelluto, ministro de Cultura de la Nación nombró a Alejandro Cacetta como titular del INCAA. Cacetta, es contador público graduado en la UBA, aunque su pasión por la producción televisiva y cinematográfica ganaron la pulseada. Comenzó su carrera en Pol-ka (usina de contenidos fundada por Suar cuya actual formación societaria integra el Grupo Clarín), desde el 2006 hasta diciembre pasado su nombre cobró un peso importante en Patagonik Film Group, otra de las beneficiarias del Distrito Audiovisual de Macri. 

Y fue desde Patagonik que Cacetta allí participó de la producción de una veintena de películas, como Un novio para mi mujer, Igualita a mí y Dos más dos, que tuvo como protagonista a Suar. Buscado en reiteradas ocasiones para ser consultado acerca del nuevo rumbo que tomará el instituto luego de la partida K, Cacetta no emitió ninguna respuesta.

A la hora de planificar el año cinematográfico, cualquier productor intenta que su filme no sea estrenado un jueves previo a un fin de semana largo. La razón se cae de maduro. El público argentino se endeuda meses con tal de escaparse a cualquier lado cuando tienen tres o más días libres y la salida al cine queda para otro momento. Por eso es que Me case con un boludo, tiene fecha para este jueves 17 y no para el próximo 24. Recientemente Disney Company (socia de Patagonik) confirmó que 275 salas de todo el país la proyectarán. No corrió con la misma suerte Sebastian Wainraich con su película debut Una noche de amor, quien junto a Carla Peterson (esposa de Martin Lousteau) debió contentarse con apenas 70 salas. Cierto es que Adrian Suar en pantalla grande convoca en promedio 850 mil espectadores desde Comodines hasta Dos más dos. Siendo la más vista Un novio para mi mujer con casi un millón y medio de asistentes. También acompañado por la dupla Bertucelli como pareja y Juan Taratuto como director. En aquel filme Cacetta formó parte de la producción. Hoy lo hace desde la presidencia del INCAA.

La noche de del pre estreno, nada le borro la sonrisa y hasta la risa sonora a Macri desde el momento en que comenzó la proyección. Solo en algunos instantes se lo vio con gesto adusto y haciéndole comentarios al odio a su esposa y fue cuando vio en pantalla gigante a Gerardo Romano, integrante importante del elenco, quien durante la campaña presidencial lo comparo con Hitler.

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