miércoles, 12 de junio de 2013

Presentaron una guía para la cobertura periodística responsable de las catástrofes

Incluye un decálogo de buenas prácticas para que los medios cumplan un rol social en un contexto de desastre.
 
Cynthia Ottaviano, Defensora del Público
Se presentó en el anexo de la Cámara de Diputados de la Nación una guía para la cobertura periodística responsable de desastres y catástrofes; un exhaustivo manual de buenas prácticas que busca que los medios de comunicación y, en particular, los comunicadores, ejerzan un rol social al servicio del público en momentos en que se desatan tragedias naturales como la ocurrida durante las inundaciones del pasado 2 de abril.
 
El documento es el fruto de varios encuentros organizados por la Defensoría del Público, organismo creado tras la sanción de la nueva Ley de Comunicación Audiovisual, y fue redactado por más de 70 comunicadores de distinta índole (cronistas, locutores, camarógrafos, productores, profesores de comunicación, etcétera).
 
"Existe un nuevo paradigma de lo que entendemos por comunicación, alejado de las lógicas mercantiles y  cimentado ahora en la perspectiva de los Derechos Humanos", explicó Cynthia Ottaviano, al frente de la Defensoría del Público. "Esta es la primera guía que nace en la órbita pública, construida colectivamente y que muy pronto estará en las redacciones, radios y canales de televisión", añadió.
 
La presentación de la guía operó como un primer debate público del que participaron casi todos los periodistas que redactaron el informe. Las reflexiones vertidas serán añadidas a la guía definitiva.
 
La idea de la guía surgió en base a la observación del tratamiento que los medios brindaron a las últimas inundaciones ocurridas en la Ciudad de Buenos Aires y en La Plata, hace poco más de dos meses. Por eso, la redacción del documento apunta también a establecer cuestiones éticas elementales, teniendo en cuenta que muchas veces los medios instan a sus trabajadores a conseguir "primicias" que pueden no ayudar a los damnificados de una emergencia.
 
El documento contiene un decálogo de buenas prácticas. Gerardo Halpern, a cargo del área de Análisis, Investigación y Monitoreo de la Defensoría, habló sobre la prioridad informativa: "Hemos visto que en el tratamiento de las inundaciones se privilegió mucho la microhistoria, que terminaba descontextualizando todo; lo cual no ayudó en nada a quienes estaban inundados".
 
Sergio Elguezábal, periodista de Ecología del canal de cable TN, deploró la proliferación de lo que llamó "opinólogos": "Si se fijan, los periodistas, en vez de relatar hechos, opinan, juzgan, brindan impresiones personales. Hay mucho ego y lo que se necesita es un trabajo humilde y concreto: comunicar hechos".
 
Liliana Arias, periodista de Radio Nacional enviada a cubrir el terremoto de Haití, donde murieron 250 mil personas, habló sobre la necesidad de "utilizar los medios de comunicación como herramientas públicas, ayudando a la gente, y no espectacularizando la noticia".
 
Por su parte, Roberto Caballero, director fundador de Tiempo Argentino, opinó que "esta guía es importante porque a la tragedia no debemos sumarle la inoperancia".
 
"El objetivo es trabajar la información como un derecho y no como una mercancía y concientizar acerca del rol del comunicador social como un prestador de servicios –afirmó Ottaviano–. Esta problemática no es abordada en general en las redacciones y tenemos un organismo público que debe ser apropiado por los trabajadores de los medios para plantear estas cuestiones y generar propuestas que mejoren la producción periodística".
 
El documento estará impreso y disponible en las redacciones. Además, la Defensoría se comprometió a brindar capacitación y promover una "sala de situación" donde, ante una catástrofe, se centralice la información para promover su accesibilidad.

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