Unas 18 familias fueron desalojadas ayer por orden judicial de un hotel en el barrio porteño de Almagro, en medio de un fuerte operativo policial que generó un clima de tensión entre los vecinos.
"El operativo fue desmedido y el vallado innecesario. Esto generó mucho temor en la gente porque se trata de un desalojo donde los vecinos no iban a poner resistencia", dijo a Télam el legislador electo por Alternativa Popular (colectora del FPV), Pablo Ferreyra, presente en el lugar.
Ferreyra consideró que "estos despliegues son típicos de la gestión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que beneficia a sectores privados en detrimento de los sectores populares".
El hotel, ubicado en Díaz Vélez 3427, consta de 43 habitaciones y por orden del Juzgado Civil 75, 33 de ellas fueron desalojadas.
"¿Vamos a pasear?", le preguntaba Paula, una nena de 3 años a su padre Ángel, que la llevaba de la mano por la cuadra de Díaz Vélez, de un extremo del vallado a otro.
"¿Cómo le explico que nos estamos yendo, qué no va a vivir más acá? -repetía Ángel ante los medios- yo pago los impuestos y pagué aquí un alquiler durante años. Entiendo que la Justicia dice que nos tenemos que ir, pero yo hoy no tengo a donde".
Los policías comenzaron a llegar a la zona a las 5 de la mañana, y los vecinos comenzaron a alarmarse, por lo que convocaron a organizaciones sociales y medios.
"La resolución que se logró no es la que queremos, porque lo que nosotros esperamos es que se cumpla con el derecho a la vivienda de la gente, y es en ese sentido que pensamos que la Ciudad no está haciendo nada", indicó a Télam Jorge Abasto, de la Coordinadora de Inquilinos de la Ciudad de Buenos Aires (CIBA).
Y continuó: "No obstante, estuvimos acompañando a los vecinos para que se solucione su situación con los recursos que la Ciudad brinda, pero de la mejor manera posible".
Luego de un intenso diálogo que duró toda la mañana, al mediodía los vecinos acordaron que el Gobierno de la Ciudad les entregara alrededor de $ 6.000, un cheque por $ 4.000 de cobro inmediato y cuotas de $ 1.200.
"Esto no soluciona nuestro problema, pero por lo menos veremos si podemos acomodarnos en algún otro hotel", señaló Ruth, otra vecina que residía en el lugar desde hacía 18 años.
Y concluyó: "Nosotros pagamos siempre hasta que se cambió el dueño por última vez y entonces nos quisieron desalojar. Esto le está pasando a muchas familias en la Ciudad y nadie se hace cargo de ayudarnos".
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