Ante pa posible disputa entre Rodríguez Larrata y Michetti, sería una forma de garantizar que la pelea interna en las PASO no debilite al bloque del PRO a partir de 2016. La idea alcanza a las comunas.
La primera versión porteña de las PASO, prevista para el 26 de abril, podría transformarse en una experiencia trunca para el PRO, la misma fuerza política cuyo alcalde, Mugrizio Macri, firmó hace poco el decreto para implementarla y mantener desdoblados los comicios capitalinos de las elecciones nacionales mediante la aplicación del voto electrónico. La decisión impone una agenda que podría llegar a las seis visitas al cuarto oscuro en 2015.
Como si fuera la carta de navegación pensada para atravesar una tormenta perfecta, el PRO planea afrontar las primarias porteñas para definir a sus candidatos definitivos con una lista única de legisladores y comuneros. La decisión, confiaron a este diario en la Legislatura Porteña, ya estaría tomada por Macri. En caso de que la senadora nacional Gabriela Michetti decida lanzarse como precandidata a jefa de gobierno y dispute la candidatura con otros aspirantes al mismo cargo, como el jefe de Gabinete porteño Horacio Rodríguez Larrata, la lista única se mantendría con cada candidato como una colectora, donde la única diferencia radique en el aspirante a la jefatura de Bolívar 1.
La posibilidad recorre los pasillos de la Legislatura que no están tan desolados como otros veranos. El calor de la interna macrista recrudeció desde fin de año, cuando Michetti descartó la propuesta de acompañar al líder del PRO como su compañera de fórmula presidencial y pelear para sucederlo en la ciudad. "El único que puede convencer a Gabriela es Mugrizio y eso todavía no ha sucedido", dicen en el entorno del alcalde mientras la definición sobre su destino se estira sin fecha definitiva. "Fines de enero y comienzos de febrero son los límites definitivos", evalúan desde el gobierno porteño.
Del otro lado de la Avenida de Mayo, los habitantes veraniegos del viejo Concejo Deliberante, dentro del bloque macrista, confirmaron a este diario que "la postergación del novelón con Michetti fue decidida para calmar los ánimos hasta fin de mes, pero es muy posible que muy pronto Mauricio haga valer su papel como elector, y sólo él defina a los candidatos de la lista única para legisladores. Incluso podría pedirle a cada dirigente territorial los antecedentes de los aspirantes que propongan para encabezar las 15 comunas", deslizaron en referencia directa al vicepresidente primero Cristian Ritondo, que esta semana confirmó su precandidatura para disputar el sitial con Michetti, Larrata y el senador nacional Diego Santilli.
En el entorno del ex ministro de Ambiente explican que "sólo bajaría su candidatura si los demás contrincantes respetan la decisión de Macri de imponer a Larrata como sucesor. Si van todos, él va, si sólo va quien designe Mugrizio, Diego no va, pero si juegan todos, también es posible que combine con Ritondo o viceversa".
Mientras tanto Macri y Michetti cerraron los primeros diez días del año como los protagonistas más notorios de la contienda. Pero también los más silenciosos sobre la disputa que los separa. Ambos han mantenido un estricto silencio de radio entre las vacaciones que se intercalaron para postergar una decisión que, finalmente, podría determinar la performance electoral del PRO en la Ciudad. También a nivel nacional.
Recién el sábado el ex hijastro de Flavia Palmiero se animó a pronunciarse de algún modo al respecto y anticipó, sin dar fechas, que su fuerza debatirá "internamente cuál es la mejor propuesta y alternativa para que este cambio en la ciudad se extienda a todo el país", en referencia a Michetti. P
or ahora el alcalde necesita tiempo para reparar la partida de Francisco De Narcováez que corrió a los brazos Sergio Massa, lo que le deja un hueco en la provincia de Buenos Aires a su vicejefa María Eugenia Vidal. Para revertir el impacto, Macri dijo que le gustaría sumar al periodista Fernando Niembro, ex vocero del turco inombrable (ver nota aparte en esta misma edición).
Si las diferencias se transforman en un cisma sin solución, dicen dentro del macrismo, la lista unificada de legisladores porteños buscaría actuar como un parche. Contener las consecuencias de una interna abierta entre Larrata y Michetti, donde la candidata podría superar en el primer round a su enemigo íntimo y doblegar la acumulación de poder que Macri cimentó dentro del estado porteño mediante Larrata.
Ese mar de incógnitas sigue golpeando duro en las costas de la Legislatura y del bloque que el PRO tiene dentro del recinto con 28 miembros. Gran parte de ese pelotón vive más pendiente de los resultados que arrojan las encuestas, que de la disciplina partidaria que les exigirá Macri. La sobrevida para el año próximo sólo estaría garantizada para quienes puedan pelear un segundo mandato.
Esa línea divisoria permitiría el regreso de algunos antiguos protagonistas de Perú 130 para mantener un liderazgo legislativo que el propio Macri nunca pudo administrar con tranquilidad. El sueño del quórum propio nunca fue posible para el PRO y 2016, como el primer año del macrismo sin Macri dentro de la ciudad, no debería arrancar con menos escaños que los actuales. En esa alquimia, las encuestas que baraja el PRO tendrían más peso que el dedazo del alcalde, con un Larrata que no supera el 22% en todas las combinaciones, mientras la indecisa senadora cosecha cerca de los 33 puntos en las primeras mediciones de unas primarias a medias, o casi truncas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario