miércoles, 10 de julio de 2013

Advierten que el Metrobus "no constituye un plan integral de transporte público"

Así coincidieron en señalar distintas organizaciones especializadas, que además advirtieron sobre el impacto ambiental y urbanístico de las obras del Metrobus de Buenos Aires, próximo a inaugurar dos nuevos tramos.
 
 
En términos prácticos, señalaron, el Metrobus no sustituye al subterráneo, no reemplaza al sistema tradicional de colectivos y tampoco se puede calificar como un Autobús de Transito Rápido (BRT en sus siglas en inglés).
 
La traza del Metrobus sobre la Avenida 9 de julio, generó además fuertes críticas de parte de organizaciones ambientalistas, vecinos, comerciantes y representantes legislativos de la ciudad que advirtieron sobre el daño ecológico y ambiental que supone la remoción de cientos de árboles en un tramo de apenas 3 kilómetros.
 
Las críticas y advertencias fueron planteadas, con diferentes ópticas, desde un espectro amplio de especialistas, organizaciones y sectores como ser los arquitectos Nidia Marinario y Víctor Asa, de la organización PropAMBA, el presidente de la filial argentina de Sistema de Transporte Inteligente (ITS en su sigla en inglés) Daniel Russomanno, Greenpeace y el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP en su sigla en inglés).
 
Otras críticas fueron planteadas desde ámbitos tan diversos como el diario estadounidense New York Times y la cátedra de Jardinería de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba), además de un grupo importante de legisladores porteños.
 
PropAMBA calificó como "un completo desastre" las obras del Metrobus y acusó al gobierno porteño de "no hacer nada para mitigar el impacto ambiental".
 
Marinario, arquitecta de la entidad, dijo a Télam que "se está sacrificando un bien no renovable como los espacios verdes de la Ciudad en función de otro bien que es el del transporte automotor en superficie".
 
"Lo que se nos presenta como Metrobus son en realidad carriles exclusivos, ya que el concepto de Metrobus incluye, además de  carriles exclusivos, unidades ecológicas con ascenso y descenso por ambos lados y con capacidad de transportar 50.000 personas por hora", sostuvo la especialista.
 
"Aquí se hicieron los carriles pero las unidades siguen siendo las mismas, por ese motivo en la 9 de Julio, por ejemplo, el tránsito va a ser menos limpio", advirtió.
 
Por otra parte, un estudio realizado por ITDP, una ONG internacional con base en Nueva York, advirtió que el Metrobus que actualmente circula por la Avenida Juan B. Justo no cumple con algunos estándares internacionales, en especial en lo que respecta a la señalización e información que se brinda a los pasajeros.
 
El director de la ONG en Argentina, Andrés Fingeret, afirmó que uno de los elementos a mejorar "es la falta de integración física y tarifaria con otros medios de transporte" y la "imposibilidad de pagar el pasaje por anticipado en la parada, en lugar de hacerlo en el colectivo".
 
Greenpeace, por su parte, compartió la preocupación de vecinos y organizaciones sociales por la remoción de árboles en la avenida 9 de Julio y calificó a ese hecho como "una decisión innecesaria que debió ser consultada previamente con la ciudadanía".
 
"Es necesario que el sistema de transporte público de pasajeros sea pensado de una manera integral con participación de los vecinos", dijo la organización internacional.
 
Por su parte, el diario New York Times acusó en mayo pasado al procesado jefe de gobierno porteño, Mugrizio Macri, de estar "destruyendo la 9 de Julio", al referirse a la construcción del Metrobus en esa avenida y a la tala de árboles.
 
"Las plazoletas arboladas de la 9 de Julio, plantadas con  jacarandas comúnmente asociados con Buenos Aires, son un emblema de cómo los desarrolladores tempranos de la ciudad priorizaron los espacios verdes en medio de un rápido crecimiento urbano en el siglo XX", indicó la publicación en su edición online.
 
Por su parte, el titular del bloque porteño del Frente para la Victoria de la Legislatura, Juan Cabandié criticó al Metrobus e indicó que la ciudad "necesita más transporte subterráneo” y no un vehículo “sucio y contaminante” como el Metrobus.
 
El legislador consideró además que "hubiera sido más efectivo que destinara ese presupuesto a mejorar la frecuencia de la línea C de subte".
 
En declaraciones a Télam, Cabandié dijo que "no es lo que Macri prometió en la campaña ya que él dijo que iba a hacer más estaciones de subtes y no habló de un Metrobus”.
 
Por su parte, la legisladora Gabriela Cerrutti -si bien aclaró que “ya no tiene sentido opinar sobre una obra que está a punto de terminar”- dijo que “el Metrobus en sí mismo no es una mal transporte si se lo aplicara en la forma y en el lugar indicado, algo que no está haciendo el gobierno de la ciudad” y agregó que “no está coordinado con el sistema de ómnibus, termina siendo un transporte innecesario”.
 
 
La legisladora Delia Bisutti también se refirió al tema y definió la obra como "lo peor que le ha hecho el macrismo a la Ciudad de Buenos Aires” y agregó que “siento congoja y tristeza por la destrucción que ha hecho de la avenida central y más histórica que tenemos los porteños”.
 
María José Lubertino, en tanto, presentó un proyecto de reforma de la ley que dio origen al Metrobus con el fin de transformarlo en un servicio de transporte ecológico y que no compita con el subte.

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