"Fue un diálogo con mucha esperanza", afirmó monseñor José María Arancedo, sobre el encuentro llevado a cabo en Olivos. Posteriormente, la Presidenta recibió a las autoridades de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas.
La presidenta Cristina Fernández mantuvo ayer por la tarde un encuentro con los obispos en la residencia presidencial de Olivos.
Sobre el encuentro, monseñor José María Arancedo, afirmó que "fue un diálogo con mucha esperanza" en el que se habló de la lucha contra las drogas y de la crisis policial que afectó a varias provincias.
En ese sentido, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina remarcó que "un conflicto policial no puede dejar huérfana a una ciudad".
"Esto no tiene que volver a pasar. Si hay dificultades, hay que dialogar y no llegar a esto ,que puso en peligro la vida y los bienes de muchas personas", sostuvo.
"Fue un diálogo para buscar el encuentro y la paz de todos los argentinos, pero también le hicimos llegar nuestros deseos de feliz navidad y año nuevo", detalló Arancedo.
Además del monseñor y arzobispo de Santa Fe, del encuentro participaron el vicepresidente primero monseñor Virginio Bressanelli, obispo de Neuquén; vicepresidente segundo, monseñor Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta y secretario general, monseñor Enrique Eguía Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires. Guillermo Olivieri, secretario de Culto de la Cancillería, también estuvo presente.
Posteriormente, la Presidenta recibcon ió a los representantes de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAILE), encabezados por su titular, Néstor O. Míguez. Asistieron además el vicepresidente, Guillermo Prein; el secretario, Federico Shäffer, y Mirta Teper.
Para la semana que viene, por su parte, se esperan las reuniones con las autoridades de la DAIA (el martes) y el jueves 19 con las autoridades del Centro Islámico.
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