Los conflictos policiales en los distintos distritos del país paulatinamente van alcanzado acuerdos que derivan en la suspensión de las manifestaciones, aunque en algunas provincias persisten los acuartelamientos de uniformados.
En Tucumán, una de las provincias que tuvo conflictos, el gobernador José Alperovich dictó ayer a la tarde un incremento salarial por decreto, al tiempo que anunció un encuentro con un grupo de policías por pedido del arzobispo de Tucumán, monseñor, Alfredo Zecca, quien actuó como intermediario en busca de una solución al conflicto.
La provincia sufrió saqueos mientras policías mantenían el acuartelamiento en protesta de mejoras salariales, y en ese marco el gobernador presentó una denuncia por "sedición" contra los uniformados.
En tanto en Chaco, tras los saqueos que dejaron el saldo de dos muertos, el gobierno logró negociar con los policías acuartelados una solución al brindarles un aumento salarial de 8 mil pesos para el agente que recién se inicia, además del compromiso de que no habrá sanciones para los efectivos que se sublevaron.
Por su parte, en Santa Fe, las fuerzas policiales de la provincia aceptaron ayer a la tarder el aumento salarial otorgado mediante un decreto del gobernador Antonio Bonfatti, que fija un salario inicial de bolsillo de 8.100 pesos, por lo cual la situación comenzó a normalizarse.
En Jujuy la gobernación logró destrabar anoche la protesta al otorgar un incremento salarial básico de 8.500 pesos a partir de enero próximo luego de una jornada que estuvo atravesada por incidentes, y culminó con la muerte de un joven en la localidad de Perico, quien murió apuñalado.
Mientras tanto, a última hora del lunes el gobernador bonaerense Daniel Scioli logró encaminar la situación en la provincia, al dictar un decreto por el que aumentó el salario inicial a 8.570 pesos para la Policía y el Servicio Penitenciario, desactivando así el conflicto con la fuerza de seguridad más grande del país, con 57.000 agentes.
En cuanto a Entre Ríos, el gobernador Sergio Urribarri, acordó el lunes a la noche con representantes de los policías que se manifestaron en la localidad de Concordia y firmaron un acta acuerdo por la que se llevó el sueldo inicial de bolsillo de los efectivos a 8.434 pesos.
Respecto a San Juan, un grupo de familiares de policías y personal retirado protestó frente a dependencias de la Policía, mientras que los efectivos policiales en actividad continuaron prestando servicio, y las autoridades alcanzaron un acuerdo que comprende una movilidad y una actualización del importe sobre equipamiento y uniforme, que alcanzará los $ 4.000.
En la provincia detonante de todas las protestas policiales, Córdoba, el gobernador José Manuel De la Chota anunció el lunes cambios en su gabinete y en la policía, tras rubricar un acuerdo de aumento salarial para los efectivos.
En Corrientes, policías de franco acompañados por efectivos retirados y familiares, se concentraron al frente a la sede del Comando de Patrullas y Prevención en reclamo de 10 mil pesos de básico y el blanqueamiento de adicionales que se abonan "en negro".
Asimismo, en Mendoza, continuaban las negociaciones entre la policía y autoridades provinciales para alcanzar un salario mínimo de $ 9.000, y aunque hubo concentraciones de personal de franco, los efectivos prestan servicio.
En San Luis, un grupo de policías retirados junto a sus familiares, iniciaron la protesta ayer y advirtieron que si no obtienen un aumento convocarán al personal en actividad y "el reclamo será de otra forma".
Por otro lado, en Neuquén los uniformados pidieron $ 12.000 de bolsillo para las categorías más bajas, en medio de un acuartelamiento que se concentró en el predio de la Jefatura de la fuerza en la capital neuquina, mientras que en las unidades policiales de la provincia no se cumplieron actividades, y luego suscribieron un acuerdo que correrá a partir del primero de diciembre.
La provincia sufrió saqueos mientras policías mantenían el acuartelamiento en protesta de mejoras salariales, y en ese marco el gobernador presentó una denuncia por "sedición" contra los uniformados.
En tanto en Chaco, tras los saqueos que dejaron el saldo de dos muertos, el gobierno logró negociar con los policías acuartelados una solución al brindarles un aumento salarial de 8 mil pesos para el agente que recién se inicia, además del compromiso de que no habrá sanciones para los efectivos que se sublevaron.
Por su parte, en Santa Fe, las fuerzas policiales de la provincia aceptaron ayer a la tarder el aumento salarial otorgado mediante un decreto del gobernador Antonio Bonfatti, que fija un salario inicial de bolsillo de 8.100 pesos, por lo cual la situación comenzó a normalizarse.
En Jujuy la gobernación logró destrabar anoche la protesta al otorgar un incremento salarial básico de 8.500 pesos a partir de enero próximo luego de una jornada que estuvo atravesada por incidentes, y culminó con la muerte de un joven en la localidad de Perico, quien murió apuñalado.
Mientras tanto, a última hora del lunes el gobernador bonaerense Daniel Scioli logró encaminar la situación en la provincia, al dictar un decreto por el que aumentó el salario inicial a 8.570 pesos para la Policía y el Servicio Penitenciario, desactivando así el conflicto con la fuerza de seguridad más grande del país, con 57.000 agentes.
En cuanto a Entre Ríos, el gobernador Sergio Urribarri, acordó el lunes a la noche con representantes de los policías que se manifestaron en la localidad de Concordia y firmaron un acta acuerdo por la que se llevó el sueldo inicial de bolsillo de los efectivos a 8.434 pesos.
Respecto a San Juan, un grupo de familiares de policías y personal retirado protestó frente a dependencias de la Policía, mientras que los efectivos policiales en actividad continuaron prestando servicio, y las autoridades alcanzaron un acuerdo que comprende una movilidad y una actualización del importe sobre equipamiento y uniforme, que alcanzará los $ 4.000.
En la provincia detonante de todas las protestas policiales, Córdoba, el gobernador José Manuel De la Chota anunció el lunes cambios en su gabinete y en la policía, tras rubricar un acuerdo de aumento salarial para los efectivos.
En Corrientes, policías de franco acompañados por efectivos retirados y familiares, se concentraron al frente a la sede del Comando de Patrullas y Prevención en reclamo de 10 mil pesos de básico y el blanqueamiento de adicionales que se abonan "en negro".
Asimismo, en Mendoza, continuaban las negociaciones entre la policía y autoridades provinciales para alcanzar un salario mínimo de $ 9.000, y aunque hubo concentraciones de personal de franco, los efectivos prestan servicio.
En San Luis, un grupo de policías retirados junto a sus familiares, iniciaron la protesta ayer y advirtieron que si no obtienen un aumento convocarán al personal en actividad y "el reclamo será de otra forma".
Por otro lado, en Neuquén los uniformados pidieron $ 12.000 de bolsillo para las categorías más bajas, en medio de un acuartelamiento que se concentró en el predio de la Jefatura de la fuerza en la capital neuquina, mientras que en las unidades policiales de la provincia no se cumplieron actividades, y luego suscribieron un acuerdo que correrá a partir del primero de diciembre.
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