lunes, 25 de septiembre de 2017

Cristina celebró el Día del Estudiante en Ensenada: "Que nadie pretenda jóvenes callados, sumisos, anestesiados”

LA EX PRESIDENTA Y CANDIDATA A SENADORA CRISTINA FERNÁNDES DE KIRCHNER ENCABEZÓ AYER UN ACTO EN PUNTA LARA EN EL QUE DESTACÓ A LOS JÓVENES COMO EL “REASEGURO DE LA MEMORIA”. ADVIRTIÓ A LOS MILITANTES ESTUDIANTILES POR LAS PROVOCACIONES DEL RÉGIMEN MACRIFASCISTA Y PIDIÓ QUE LAS MOVILIZACIONES “SEAN SIEMPRE ORGANIZADAS Y PACÍFICAS” PORQUE “VAN A QUERER QUE COMETAN ERRORES PARA CRIMINALIZARLOS" “QUIEREN QUE SEAMOS BURROS QUE ÚNICAMENTE TRABAJAN, COMEN Y DESCANSAN. ESO NO ES VIVIR ES SOBREVIVIR”, DEFINIÓ.


En Punta Lara, con el río de La Plata como telón de fondo, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio un breve discurso en el que el principal destinatario -y asistentes- fueron los jóvenes. A ellos se dirigió para decirles que “no se dejen engañar. Que no los confundan diciéndoles que son el futuro, porque ustedes son el presente”

Los jóvenes son, para Cristina, el “reaseguro de la memoria”, los “guardianes de las ilusiones del presente”, garantes contra un “blindaje mediático que nos quiere hacer creer que los doce años que vivimos son una mentira, cuando en verdad lo que estamos viviendo ahora es una pesadilla para gran parte de los argentinos, que están viendo caer sus trabajos, sus sueldos, sus familias”.


Advirtió contra las promesas de un futuro prodigioso, “cuando en verdad se trata de un futuro que no nos gusta, cuando te quieren cambiar el plan de estudios sin siquiera consultarte, ni opinar. Un futuro en que al terminar el secundario no sabés si vas a tener trabajo”

Con estas palabras la candidata a senadora por Unidad Ciudadana aludía a la discusión acerca del plan “Secundaria del Futuro” rechazado por los estudiantes y con el que el gobierno aspira a imponer cambios en el modelo educativo el año que viene. Un conflicto con por lo menos 26 escuelas secundarias tomadas de la Ciudad de Buenos Aires, para el que la ministra de Educación, Soledad Acuña, no ha ofrecido ninguna respuesta frente a los reclamos por la apertura de una mesa de diálogo para discutir los cambios.


“Los escucho a muchos de ustedes hablar y veo que no necesitan que nadie les dé clases para defender sus derechos. Que nadie pretenda tener en la Argentina jóvenes callados, sumisos, anestesiados”, dijo la ex jefa de Estado sobre los estudiantes secundarios. 

“No se dejen intimidar”, advirtió y agregó que tampoco “se dejen provocar. Porque los van a provocar. Cuando vayan a las movilizaciones, que sean siempre organizadas y pacíficas. Van a querer que cometan errores para criminalizarlos, a ustedes, a los disidentes, los que piensan diferente, o simplemente a los que piensen. A algunos que tienen un pensamiento tan precario como su lenguaje cuando pibes como ustedes dejan en evidencia que se han formado y van a defender sus derechos se les encienden las alarmas del peligro”.


Después de una semana en la que muchos periodistas jugaron a acorralar y amedrentar adolescentes, después también de que la ministra Acuña apareciera en varios medios no para referirse al núcleo del conflicto, sino para reclamar a los padres que se pongan los “pantalones largos” y obliguen a sus hijos a levantar las tomas, Cristina relató sobre el escenario que “el otro día veía en la televisión a un hombre grande, que debe ser abuelo como yo, decirle a una piba presidenta de un Centro de Estudiantes ‘vos sos la dictadura’. ¡Gente grande señalando y acusando a adolescentes de diecisiete años de dictadores! Esta gente espera que ustedes no opinen, que digan a todo que sí".

Estos adolescentes que hoy retrucan con pensamiento crítico los ataques de algunos panelistas han sido educados, en palabras de la ex mandataria, “en una Argentina que me enorgullezco de haber presidido durante uno de los periodos más democráticos y libertarios de los que se tenga memoria".


Cristina explicó que para que estos jóvenes “no se dejen asustar ni ajustar” hace falta un modelo de país “en el que lo que vuelva a ser central sea el trabajo. Porque las primeras víctimas de los índices de desempleo que no paran de subir son los jóvenes y las mujeres”. Contrapuso un modelo en que “lo que prima es el trabajo” con otro en el que “además de quedarte desempleado o de ver cómo tus condiciones laborales empeoran ya no vas a poder ni siquiera llevar a los pibes al cine el fin de semana. Porque hay otra vida posible, una vida que teníamos en la que cuando llegaba enero podíamos pensar en irnos una semana o diez días a la Costa. Sabíamos que el pibe podía estudiar porque estaba el Progresar y no se iba a ver obligado a salir a trabajar para ayudar en la casa. Quieren que seamos burros que únicamente trabajan, comen y descansan y nada más. Eso no es vivir es sobrevivir".

En referencia a una de las frases célebres del economista oficialista Javier González Fraga -"le hicieron creer a un empleado medio que podía comprarse celulares e irse al exterior"- la ex presidenta sostuvo que “queremos volver a soñar con esa Argentina, no queremos aceptar más mansamente que es una ilusión tener un plasma, un celular o aire acondicionado. Han convencido a una parte de que tenía demasiado, de que estaban mal acostumbrados. Que si se es un obrero, hay que tener un cascajo, una moto, bicicleta o andar a pata. También es un derecho humano la casa, el esparcimiento, el tiempo compartido con los hijos, una salida. Que nadie los convenza de que no hay derecho a eso. Si te convencen de que no hay derecho a eso, te pueden convencer de cualquier cosa".

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