viernes, 29 de septiembre de 2017

Baradel denunció una campaña contra los gremios: "Nos quieren disciplinar"

PARA EL SECRETARIO GENERAL DE SUTEBA, LO QUE HAY DETRÁS DE LAS CAUSAS JUDICIALES ABIERTAS CONTRA ALGUNOS GREMIALISTAS NO SON NECESARIAMENTE INVESTIGACIONES SOBRE PRESUNTOS HECHOS DE CORRUPCIÓN, SINO MÁS BIEN LA INTENCIÓN DE AVANZAR CONTRA ELLOS PORQUE “DEFENDEMOS LOS DERECHOS DEL TRABAJADOR”.

El titular del Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), Roberto Baradel, advirtió que la avanzada judicial y política contra “determinados delegados sindicales” críticos al régimen fascista es parte del objetivo de la gestión de Mugrizio Macri de “disciplinar” a los gremios. “Vienen por los sindicatos y los sindicalistas”, alertó el dirigente de los maestros bonaerenses que fue víctima de una campaña difamatoria durante la negociación paritaria con la administración de María Eugenia Vidal.

Las consideraciones de Baradel están en sintonía con las organizaciones que denuncian la vulneración de los derechos laborales en la Argentina y que motivaron la reacción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que citó para el 24 de octubre próximo a una audiencia en la que le pedirá explicaciones al Gobierno.

"Nos quieren disciplinar”, advirtió el secretario general de SUTEBA al dar su opinión sobre la detención del cuestionado dirigente de la construcción Juan Pablo “Pata” Medina. “Quieren debilitar los sindicatos atacando a determinados delegados sindicales”, sostuvo en declaraciones radiales.

En su opinión, lo que hay detrás de las causas judiciales abiertas contra algunos gremialistas no son necesariamente investigaciones sobre presuntos hechos de corrupción, sino más bien la intención de avanzar contra ellos porque “defendemos los derechos del trabajador”.

Además, señaló que estas acciones están vinculadas a la intención del régimen de impulsar una reforma laboral que modifique los convenios laborales y debilite la presencia de los gremios “para que las grandes corporaciones puedan maximizar ganancias”.

El caso de la paritaria docente fue uno de los plafones que utilizó el macrifascismo para iniciar su embestida contra el resto de los sindicatos y contra la figura de delegados y secretarios generales. Por entonces, ante la resistencia de los gremios a aceptar un aumento paritario por debajo del índice de inflación, legisladores del oficialismo y funcionarios de todos los niveles intentaron desacreditar a Baradel poniendo en tela de juicio su patrimonio, su representatividad como secretario general y su filiación política.

Esa maniobra se hizo extensiva a varios sindicalistas. Se los señaló como instigadores de tomas de fábricas, como en el caso de PepsiCo; se intervino sindicatos, como en el caso de Canillitas, cuyo titular Omar Plaini fue desplazado y luego restituido por un fallo de Cámara; y se los acusó de conformar “mafias”, entre otras difamaciones.

A esto se le sumaron los intentos de desacreditación a los abogados laboralistas, a los que el propio Macri tildó de “mafias” que cierran pymes y ahogan el crecimiento de las empresas. Estos serán algunos de los casos que la CIDH analizará, y para ello citó a representantes de las dos CTA, la CGT, la Conadu, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), entre algunos gremios y organizaciones de derechos humanos.

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