El humorista pidió confeccionar una lista negra de personas que apoyan al gobierno nacional para entregarles el premio “Hocico Marrón”.
El humorista Alfredo Casero se sumó ayer al pedido que formuló el jueves Jorge Lanada para escrachar jueces y pidió hacerlo con artistas y periodistas que, en este caso, apoyan al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
"Por favor: gente que debería devolver la plata que esta cobrando por haber chupado el culo al gobiernooooo ya”, tuiteó en mayúsculas. Y agregó, a modo de amenaza: “Nunca pensaron lo poderoso que es este medio”.
“Nombres de personas que cobran dinero del gobierno, y le chupan y chuparon el orrtoooo ya”, puso para que sus seguidores confeccionen una lista negra para él. La enumeración de adherentes al modelo K busca elegir al ganador del “Premio Hocico Marrón para los chupaculos del gobierno”. El ganador lo decide, obviamente Casero.
Después de retuitear videos y comentarios que sus seguidores le enviaron contra Gustavo Garzón, Daniel Tognetti, Andy Kusnetzoff, Gerardo Romano, Andrea del Boca, Sandra Russo, Pablo Echarri, Diego Brancatelli y otros, Casero quiso incluir en la lista a Julia Mengolini, aunque no recordara su nombre. “¿Cómo se llama la novia de Fito Paez, que trabajaba en Duro De Domar?”, inquirió.
Tampoco recordaba el nombre del panelista Mariano Hamilton, por lo que escribió: “¿Cómo se llama el que tiene la cabeza, como una perrita con alergia a las pulgas, así... pelándose? en Duro De Domar”.
“Que devuelvan la plata con la que se compraron los departamentitos al pozoooo”, pidió el humorista, sugiriendo que las personas que apoyan al gobierno lo hacen por dinero.
Una columna incomprensible
Más temprano, Casero había cuestionado a la militancia joven y la comparó con la de Montoneros en la década de 1970. En su habitual columna de La Razón, el diario de distribución gratuita del Grupo Clarín, se despachó con críticas a Estela de Carlotto, Hebe de Bonafini y los militantes kirchneristas.
“La militancia sigue un modelo, y el modelo históricamente tiene sus enemigos, que se pintan de actuales o se los acomoda en la actualidad. Se los señala con el dedo, se los pinta de un color, se les pone un nombre. Ese es el enemigo del pueblo, ese nada merece”, criticó.
En un párrafo inconexo e incomprensible, Casero comparó la militancia de Montoneros con las experiencias de la actualidad. “El ex montonero cuenta cómo eran utilizados los más jóvenes y los menores para actuaciones estratégicas, que sinceramente tienen más de cáscara que de profundidad, y no fueron grandes movimientos inteligentes ni estratégicos, sino anarquía. Porque la derrota fue sangrientísima, y dura para todos, y perdimos la libertad. Mientras los jefes se fueron a Francia y dejaron la tropa a merced de los militares, con la entidad de llevar a cabo el proceso de Reconstrucción Nacional, firmado por una gran presidenta del Partido Social Demócrata, María Estela Martínez de Perón, e Ítalo Luder, desconocidos para muchos, hoy. Estratégicamente olvidados, como a Perón, bah. Siempre, ante estas mentiras, terminan los más jóvenes, golpeando contra una realidad que puede ser peligrosa, y que lo fue en ese entonces, porque fue mortal. Y ante el miedo y la irresponsabilidad de los mandos superiores, quedaron violentos y pataleando, y muchos muertos, en medio de la caza de brujas”.
“¿En manos de quién quedan los hijos militantes el día de hoy?”, se preguntó Casero. Y se respondió: “Violentos arengadores que les llenan la cabeza, una manga de viejos chotos, que rememoran la adolescencia, cuando se llamaban con rangos militares y esas cosas. Algo totalmente anacrónico”.
“A mí, personalmente, y a mucha otra gente que conozco, el mal revolver cosas de la década del ‘70, me ha sacado la alegría. El haber sido defenestrado en la televisión pública, y por Estela de Carlotto, intocable reina madre, que su voz sagrada lo detenía todo, me metió miedo. Olvidando que muchísima gente había luchado por meter presos a los militares, olvidando el Juicio a las Juntas, y repitiéndole a un ejército actual que no puede cuidarnos de nada, que no les tienen miedo. Como quien tiene atado un Caniche, con disfraz de Rottweiler, con bozal y viejo, y le repite muuuchas veces: no te tengo miedo. Así que, no fue demasiado bajar el cuadro de Videla”, agregó.
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