Otrora referente de los derechos humanos, la dirigente política relativizó la decisión política de Néstor Kirchner, al recuperar la exESMA el 24 de marzo de 2004, que impulsó los juicios por crímenes de lesa humanidad. Además, dijo que los "desaparecidos no son 30 mil".
La declaración fue en una entrevista con La Nazión, con motivo del rol protagónico de Graciela Fernández Meijide en una película en la que dialoga con un ex jefe de Montoneros. La nota del matutino y el discurso de Fernández Meijide es un modelo de la teoría de los dos demonios.
La Nación preguntó: "Más allá del perdón personalísimo, ahora está funcionando la Justicia... ¿qué opina de esos juicios?" Y ella contestó: "Yo tengo claro que detesto las resoluciones vengativas. Lo que digo es que la Justicia tiene que ser la misma para unos que para otros, la misma calidad de justicia para los militares que están siendo juzgados. Digo que cualquier sospecha de que hubiera una intencionalidad política o una resolución que estuviera forzada por una posición política yo estaría en contra".
Más adelante, el periodista sugiere si no está de acuerdo con la decisión de bajar ese cuadro del Colegio Militar. Y Meijide responde: "Sacar un cuadro es manipular el tema de derechos humanos tomando los símbolos, en un país donde lo más terrible fue la pérdida de vidas y el atropellamiento feroz de cualquier derecho. Lo hacés casi como un acto de redoblar la actitud a falta de sustento, porque si hay alguien que no tuvo ningún compromiso nunca con los derechos humanos fueron los Kirchner. Ninguno. No se le conoce un hecho. No tenían más obligación que el resto de la sociedad".
Asimismo, relativizó el valor simbólico del acto de bajar los cuadros: "Si quiere -le dijo al periodista que la entrevistaba-, puede ser simbólico, pero no todo lo simbólico tiene valor. Siempre se atribuyó que el peronismo perdió en 1983 por la quema del cajón de Herminio Iglesias y eso es mentira. Es bueno o malo que se diga lo del cajón? Para mí es intrascendente. Para la historia es una nota de color, pero es intrascendente. Que se baje un cuadro y que se lo hagas bajar a un militar es una humillación extra simplemente para conquistar algo que necesitaba Kirchner, para conquistar a la clase media progresista y a Madres y Abuelas, y lo consiguió.
Respecto de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la impresentable referente de la tristemente célebra Alianza se preguntó "¿Cuántas quedan?" y agregó: "Yo tengo 83 años y era de las más jóvenes. Se han muerto casi todas. Las pocas que quedan o las únicas que tienen algo todavía de misión en el horizonte son las Abuelas, en el sentido de recuperar nietos. Cuando empieza a haber justicia, ¿qué más se puede pedir? Ya está. En 2003 se reiniciaron los juicios, ¿qué más se puede pedir? Si no se quiere disolver la organización, ¿entonces se ponen a hacer viviendas? ¿Qué tiene que ver? O es la necesidad de seguir siendo protagonista. Ahí hay un lío".
Pobre mujer.
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