sábado, 27 de julio de 2013

Ante una multitud, Francisco encabezó la celebración del Vía Crucis desde Copacabana

Ante más de un millón de jóvenes, Francisco encabezó la celebración en Copacabana y dijo que muchos de ellos pierden la fe "por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio".
 
 
En el quinto día de su visita a Río de Janeiro, el papa Francisco encabezó un Via Crucis en Copacabana y expresó que muchos jóvenes han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, "por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio".
 
Ante más de un millón de jóvenes de 190 países que participaron ayer en el Vía Crucis de la JMJ de Río de Janeiro, en una de las playas más famosas del país, Bergoglio afirmó que "en la cruz Jesús se une a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones".
 
"Jesús con su Cruz recorre nuestras calles para cargar con nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros sufrimientos, también los más profundos. Con la Cruz, Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia, que no pueden ya gritar, sobre todo los inocentes y los indefensos", manifestó el papa.
 
"Con la Cruz -agregó- "Jesús se une a las familias que se encuentran en dificultad, que lloran la pérdida de sus hijos, o que sufren al verlos víctimas de paraísos artificiales como la droga, con ella, Jesús se une a todas las personas que sufren hambre en un mundo que cada día tira toneladas de alimentos".
 
Más temprano, el Papa rezó el Ángelus ante una multitud. Lo hizo desde el balcón del palacio San Joaquín. Antes se había reunido con jóvenes reclusos y había confesado a cinco chicos.
 
La agenda del día del Papa comenzó a las 7.30 con la misa privada en la residencia de Surame, en Río de Janeiro.
 
Hacia las 10, el Pontífice confesó a cinco jóvenes en el parque de la Quinta de Boa Vista, cerca de su residencia. Fue en confesionarios al aire libre diseñados espacialmente para la jornada. Allí escuchó la confesión de tres brasileños, un venezolano y un italiano, que salieron sorteados.
 
Luego se reunió con jóvenes reclusos, en el palacio arzobispal de San Joaquín. Esta reunión fue de carácter confidencial para preservar la intimidad del encuentro, que se realizó en una habitación cerca de la entrada del palacio y participaron también algunos asistentes de los reclusos.

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