domingo, 5 de mayo de 2013

Maduro denunció que Uribe conspira para eliminarlo

El flamante mandatario venezolano asegura que tiene pruebas de que el derechista organizó un operativo que incluye el entrenamiento de paramilitares para ingresarlos por la selva.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusó al ex mandatario de Colombia, Álvaro Uribe, de dirigir un plan para matarlo, en coordinación con ex funcionarios de Estados Unidos. 

El recientemente electo titular del Ejecutivo aseguró tener pruebas suficientes del hecho y se manifestó "tranquilo" por contar con la protección del pueblo venezolano y las Fuerzas Armadas. Uribe, por su parte, rechazó las acusaciones desde su cuenta de la red social Twitter y pidió la repetición de las comicios presidenciales.

"Uribe está detrás de un plan para asesinarme. Uribe es un asesino. Yo ya tengo elementos (probatorios) suficientes de que él está conspirando y hay sectores de la derecha venezolana en comunicación con él para eso", declaró Maduro en una alocución televisada.

El mandatario venezolano precisó que "están tratando de penetrar paramilitares por vía selvática" y que, adicionalmente, "han entrenado gente para esas cosas" en el interior de Venezuela. Sostuvo asimismo que otros planes del mismo tenor son dirigidos desde Miami por Roger Noriega y Otto Reich, embajadores durante la gestión del ex presidente estadounidense George Bush, aunque tampoco dio más detalles de ello. Los supuestos planes de los dos antiguos miembros de la diplomacia estadounidense ya habían sido denunciados por Maduro en marzo de este año.

Ante la amenaza hecha pública por Maduro, el gobierno venezolano puso en marcha "medidas especiales de protección" y pidió ayuda a sus seguidores para que colaboren con los organismos del Estado para evitar que esos planes se ejecuten, aunque advirtió que "sería imposible controlar" a civiles y militares venezolanos si resultara afectado. "Estoy seguro de que ello no va a suceder, pero si ellos llegaran a hacerme algún daño sería imposible controlar a este pueblo, sería imposible controlar a la Fuerza Armada, porque nuestro pueblo saldría por millones a las calles a demostrar su fuerza, a defender esta patria y la paz", subrayó el jefe de Estado.

Maduro previó que sus detractores "lo primero que van a hacer es salir a tratar de banalizar esta denuncia, a tratar de burlarse. Yo la estoy haciendo con toda la seriedad del caso; sé lo que estoy diciendo". Así lo remarcó en una asamblea televisada con obreros del sistema de transporte público subterráneo de Caracas, en el que Maduro trabajó como chofer y sindicalista.

El gobernante añadió que los líderes de la oposición "han infectado" de odio a parte de la población en el marco de una "guerra psicológica" que busca "inyectar violencia" en el país y el enfrentamiento de "pueblo contra pueblo". "¿De dónde venimos nosotros? Del diálogo diario, de la asamblea obrera; esa es nuestra escuela. Ahora, yo inclusive anuncié diálogos con diversos sectores políticos del país, incluyendo a los diablos, pero ellos no quieren hablar: se les ha llamado por mil vías, pero no los dejan. El fascismo de derecha los tiene secuestrados y yo lo denuncio así".

El ex presidente colombiano Álvaro Uribe mantuvo siempre tensas relaciones con Venezuela en sus ocho años de gobierno (2002-2010). Ante sus insistentes provocaciones, Chávez rompió las relaciones con Bogotá en julio de 2010. Ese vínculo bilateral se reanudó en agosto de 2010, al asumir la presidencia colombiana Juan Manuel Santos.

Maduro no fue el único miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que tuvo la palabra en la Asamblea del Metro de Caracas. El jefe del comando de campaña del actual presidente, Jorge Rodríguez, también habló ante los trabajadores y denunció que la "derecha" intenta dar un "golpe de Estado en evolución" con la impugnación total de las elecciones del 14 de abril.

"Cuando Chávez les ganó en 2004 el referendo revocatorio, dijeron las mismas cosas, llamaron a la violencia y dijeron que iban a presentar las pruebas en los próximos días", aseguró Rodríguez, quien calificó de "adefesio" el recurso de impugnación que introdujo ante el Tribunal Supremo de Justicia la oposición venezolana sobre las presidenciales.

El presidente Nicolás Maduro llamó a consultas a su embajador en Perú luego de conocerse una declaración del canciller de aquel país, Rafael Roncagliolo, que solicita a la Unasur una declaración que bregue por la "tolerancia y el diálogo" en Venezuela. Maduro criticó esa gestión y pidió al gobierno de Perú que no se entrometa en asuntos internos.

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