EL EX JEFE DE LA FEDERAL SOSTUVO QUE "LA SOCIEDAD NO QUIERE UNA POLICÍA ATADA DE PIES Y MANOS".
"Si algún policía cometió exceso corresponderá que se lo juzgue, pero la sociedad tampoco quiere una polícía atada de pies y manos frente a quienes pretenden arrogarse facultades que no poseen alterando la paz y el orden público", justificó el ex jefe de la Policía Federal durante el gobierno de la Alianza, Rubén Santos, ante el Tribunal Oral Federal N° 6, que lo juzga por la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001.
"Tomé todos los recaudos que estaban a mi alcance", dijo el procesado e xjefe policial en la etapa final del juicio que se le sigue, desde febrero de 2014, por los homicidios de Alberto Márquez, Gastón Riva, Carlos Almirón y Diego Lamagna; la tentativa de homicidio de Martin Galli y Paula Simonetti; y las lesiones, en distinto grado, cometidas en perjuicio de 117 víctimas.
Además, Santos se animó a advertir a los jueces del TOF 6 -José Martínez Sobrino, Rodrigo Giménez Uriburu y Adrián Martín- que "midan la consecuencia de la sentencia" al preguntar ¿"qué nos pasará por cumplir nuestro deber?".
Poco antes, su superior político, el ex secretario de Seguridad de la Alianza Enrique Mathov, optó por no hacer uso del derecho de hablar una última vez ante los jueces.
Además de los responsables políticos del operativo que terminó con el asesinato de los manifestantes, se juzga a un grupo de policías implicados de manera directa en los crímenes. El ex presidente De La Rúa fue sobreseído en la causa.
El 9 de mayo el Tribunal escuchará las últimas palabras de otro grupo de acusados y se calcula que a fin de mes habrá veredicto.
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