LOS PRINCIPALES RECLAMOS FUERON EXPUESTOS EN UN DOCUMENTO QUE ARTICULARON LOS LÍDERES DE LAS CENTRALES OBRERAS, DE CARA A LA CONCENTRACIÓN DE MAÑANA.
Con la presencia de los líderes de las tres CGT (Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo) y de las dos CTA (Hugo Yasky y Pablo Micheli) en la sede de los estatales de UPCN, quedó redactado el texto que resume la posición del colectivo sindical que auspicia la protesta, que no incluye un paro: "Echarle la culpa al gobierno anterior por la herencia recibida, por razón que tengan, es un argumento que a los trabajadores no nos sirve".
La reunión pareció salirse de control cuando el dueño de casa Andrés Rodríguez, anunció que se sumarían al cónclave dirigentes del PJ bonaerense, con su presidente Fernando Espinosa a la cabeza, quien les anunciaría a los gremialistas que esa fuerza iba a adherir al acto de mañana aportando sus propias columnas de militantes.
Pero antes de que eso ocurriera, advertidos de que se integraría al encuentro una delegación del PJ bonaerense, tres dirigentes gremiales se retiraron de la reunión en forma ampulosa: Luis Barrionuevo, el ruralista Gerardo "Momo" Venegas (alineado fuertemente con el macrifascismo) y el barrionuevista Carlos Acuña, quienes así habrían mostrado su rechazo a que el peronismo se "colgara" de la manifestación, según voceros gremiales.
Consultado el jefe de UPCN, Andrés Rodríguez, descalificó en forma terminante esa versión. "Ocurre que Espinoza y la gente del peronismo bonaerense llegó a la reunión con demora, cuando ya habíamos terminado la reunión, de modo que faltaban algunos de nosotros", dijo el dirigente estatal, quien se animó a vaticinar que en la concentración del viernes en Independencia y Paseo Colón "habrá un piso de 100.000 concurrentes".
Casualmente (o no tanto) Barruionuevo y Venegas forman parte, entre otros, de los caudillos sindicales que mantienen hoy posiciones de acercamiento con el ex hijastro de Flavia Palmiero.
Contrariamente a las especulaciones que andaban dando vueltas, las cinco centrales ratificaron que mañana no habrá paro, aunque los representantes del sindicalismo alternativo, al hacer declaraciones a la salida, no descartaron que haya una huelga en un futuro inmediato.
Respecto de un cese de actividades, voceros gremiales señalaron que "en algunas actividades podría haberlas y en otras en cambio no", como en el transporte y en otros servicios esenciales.
Espinoza, ex intendente de La Matanza y hoy jefe del PJ bonaerense, llegó a la sede gremial de Moreno al 1300, acompañado de María Cristina Álvarez Rodríguez, Aberto Pérez (ex jefe de gabinete de Scioli), Alberto Descalzo y Carlos Quintana, en su doble condición de hombre de UPCN y del peronismo de la provincia de Buenos Aires.
Al final se acordó que habrá cuatro oradores en el acto frente al monumento al Trabajo: Moyano y Caló hablarán por las CGT (Barrionuevo se autoecluyó) y Micheli y Yasky lo harán por las dos CTA, ya que no hubo acuerdo entre estos dos últimos para que hablara uno solo.
Durante la reunión se analizó la marcha de la ley antidespidos que se trataba por esas horas en el Senado y se concluyó que lo mejor sería que la bancada peronista votara la iniciativa que declara la emergencia ocupacional por 180 días y que instaura por ese tiempo la doble indemnización, que incluyera una cláusula eximiendo de los alcances de la ley a eventuales nuevas empresas.
"Dicen que van a venir tantas inversiones, que no queremos poner palos en la rueda", señaló un portavoz sindical que reclamaba que lo que se votara en el Senado fuera respaldado en Diputados "sin cuestionar una coma" para que la norma no volviera a la Cámara alta con modificaciones.
Fuera de la gente que movilicen las estructuras gremiales y el PJ bonaerense, comprometieron su presencia en la concentración una diversidad de formaciones políticas de izquierda y de organizaciones sociales, como la que conduce Luis D'Elía.
El gremialismo volverá a reclamar en la movilización de mañana que cesen los despidos, un aumento de emergencia para los jubilados, y la reformulación del impuesto a las Ganancias, empezando por eximir de ese impuesto a los aguinaldos que vayan a pagarse en junio.
Moyano se excusó de precisar cuán lejos o cerca estaba del régimen macrifascista y sólo se limitó a decir que "mi relación con Macri no cambió, siempre estuve ante todo más cerca de los trabajadores".
Por su parte, el metalúrgico Caló, uno de los flamantes vicepresidentes del PJ nacional, señaló que pese a la protesta "al Gobierno le seguimos teniendo paciencia, pero todo tiene un límite", dejando entrever que ese límite podría ser un eventual veto presidencial a la ley antidespidos.
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