sábado, 5 de marzo de 2016

Un procedimiento con olor a persecución contra Lula

LUEGO DE QUE SU CASA DE SAN PABLO FUERA ALLANADA POR LA POLICÍA FEDERAL BRASILEÑA Y DE QUE LE TOMARAN DECLARACIÓN POR MÁS DE CUATRO HORAS EN EL MARCO DE LA CAUSA POR PRESUNTO LAVADO DE DINERO VINCULADO A LA INVESTIGACIÓN POR CORRUPCIÓN EN LA EMPRESA PETROBRAS, EL EX PRESIDENTE BRASILEÑO LUIZ INACIO DA SILVA SE INSTALÓ EN LA SEDE DEL PARTIDO DE LOS TRABAJADORES (PT) Y FUE RECIBIDO POR UNA MULTITUD QUE LE MANIFESTÓ SU APOYO. LULA NO FUE DETENIDO Y SUS ABOGADOS PRESENTARON UN HABEAS CORPUS.


Ayer a la mañana, "la Policía Federal hizo una operación de allanamiento e incautación de documentos en la casa de él, del Instituto Lula y de una serie de asesores y personas de su familia", dijo José Chrispiniano, asesor de prensa del ex presidente y del instituto que lleva su nombre.

Durante el procedimiento judicial también fueron llevados uno de sus hijos, Fabio Luíz Lula da Silva, y Paulo Okamoto, presidente del Instituto Lula, entidad que también fue allanada.

"Hay evidencias de que el ex presidente Lula recibió valores oriundos del esquema Petrobras por medio del envío y reforma de un apartamento tríplex y de una finca en Atibaia, de entrega de muebles de lujo en las dos propiedades y de almacenaje de los bienes por una empresa de transporte", sostuvo la fiscalía del estado de Paraná, a través de un comunicado.

"También son investigados pagos al expresidente realizados por empresas investigadas en la Operación Lava Jato, a título de supuestas donaciones y conferencias", añadió. 

En tanto, la policía informó que cerca de 200 agentes federales y 30 auditores cumplen 44 mandatos judiciales (33 de búsqueda y aprehensión y 11 de conducción coercitiva) en Rio de Janeiro, Sao Paulo y Bahia.

La operación realizada este viernes forma parte de la indagatoria de crímenes de corrupción y lavado de dinero vinculados a la trama que desvió más de 2 mil millones de dólares de Petrobras, y no incluye órdenes de prisión.

Los allanamientos se producen un día después de un vendaval político en Brasil tras la filtración de supuestas declaraciones de un senador oficialista acusando a la presidenta Dilma Rousseff de interferir en la investigación del escándalo en Petrobras y a Lula, que gobernó el país de 2003 hasta 2010, de estar al tanto del esquema de corrupción.

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