Usuarios de distintas líneas de subte porteños se mostraron escépticos de que el servicio mejore tras la suba del precio del pasaje a 3,50 que comenzará a regir a partir del martes.
El descreimiento deviene de una experiencia anterior: cuando el gobierno de la Ciudad se hizo cargo de la gestión del subte el pasaje aumentó un 128% y el servicio no mostró cambios positivos.
"Por el contrario, en la línea B, por ejemplo, ante la inauguración de las nuevas estaciones en horario pico las personas que quieren subir a partir de la estación Dorrego deben dejar pasar dos o tres subtes", señaló a Télam Daniela, usuaria del servicio. Y añadió: "¿Por qué voy a pensar hoy que el servicio mejorará con el aumento si antes no lo hizo?".
"El subte aumentó mucho en poco tiempo y el servicio sigue siendo igual -dijo Martín, usuario de la línea A-; uno entiende que los costos suben, quizás nos gustaría que esté más subsidiado para pagar menos. Lo que espero es que a partir del incremento mejore el servicio, podamos viajar bien en todo horario y si fuera para eso, bienvenido, pero no lo veo en el corto ni mediano plazo".
Jorge, pasajero de la línea E, se enteró del aumento a partir de la pregunta de Télam. "Siempre viajamos 'como la mona'; el aumento puede ser una posibilidad pero depende de cómo lo administren, si va a parar a los bolsillos personales sonamos", respondió.
Mientras, María Eugenia se resigna poniendo en evidencia que se trata de un servicio monopólico: "Habrá que seguir viajando igual, yo podría tomarme un colectivo pero tardaría el doble. Todo repercute en la economía y la verdad que un peso por día no es tanto, el tema es que el servicio es horroroso".
Carlos vive en Tigre pero viaja diariamente a la Ciudad de Buenos Aires por trabajo. Tras aclarar que "no coincide con el Gobierno nacional" y dejar en claro que no es una opinión partidaria, afirmó que "Macri siempre toma soluciones fáciles. Hace todo aumentando. Uno puede pagar un peso más porque tiene trabajo, pero hay personas para las que esa cifra diaria representa mucho".
Para Laura, antigua usuaria de las líneas de subtes, el aumento "es una barbaridad porque se viaja cada vez peor. La frecuencia es mala, viajás como ganado, se para todo el tiempo, hay feo olor porque, por ejemplo, aquí en Catedral (estación de la Línea D) las cloacas salen afuera y hay muchos hurtos porque al viajar tan apretado no podés cuidar tus pertenencias". "Sin embargo -añadió- seguimos cautivos del servicio porque en colectivo llegamos una hora después".
Miriam no es usuaria diaria, pero al ser consultada hace la cuenta: "Son 40 pesos por mes para los que viajan todos los día, en sueldos de 2000 pesos, que hay muchos, es mucha plata. A mí, por ejemplo, me significaría un montón".
En el mismo sentido opinó Agustín, estudiante secundario usuario de la línea E, quien recordó que a él no lo afectará por su condición de alumno ya que tiene un abono especial, "pero para muchos trabajadores representa una parte importante del salario y, encima, seguro que no mejorará nada".
Entre quienes no sienten que su economía se comprometa por la suba está Helena, usuaria de la línea E, quien, cansada de viajar apretada, aseguró: "Si el aumento es para mejorar el servicio me parece bárbaro".
El pasaje de subte pasará a costar a partir del martes próximo 3,50 pesos, más del triple del valor de 1,10 pesos que tenía en enero de 2012, cuando el servicio pasó a manos de la Ciudad.
La decisión del incremento incluye, por decisión judicial, una tarifa especial de 2,50 pesos para los que reciben beneficios sociales.
El incremento dispuesto por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), empresa del gobierno porteño que gestiona el servicio, surge tras la habilitación que el juez en lo contencioso administrativo Pablo Mántaras dio el viernes pasado.
El magistrado había frenado en marzo pasado la intención del gobierno porteño de incrementar la tarifa al hacer lugar a un recurso de amparo presentado por el diputado Alejandro Bodart.
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