El subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor, y el titular de Sbase, Juan Pablo Piccardo, desestimaron los reclamos de los empleados. Ayer al mediodía hubo una reunión clave entre las partes.
Ezequiel Sabor, subsecretario de Trabajo porteño.
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Los metrodelegados no han llegado a un acuerdo con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, tras el paro realizado por la inauguración de las estaciones de la línea B que no cuentan con las condiciones necesarias para su uso.
El subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor, manifestó que "si no trabajan es porque no quieren" y que "no hay riesgo ni para los usuarios ni para los trabajadores". No obstante, reconoció que aún falta discutir "cuántas vueltas va a dar" cada trabajador.
A su entender, el paro se está realizando porque "hay trabajadores que hoy no quieren trabajar". Y enfatizó ejemplificando las horas y tareas de un empleado del subte: "Trabajan 6 horas porque es un trabajo insalubre. Un motorman trabajaba 4:30 horas. El resto estaba a disposición en un lugar donde podía leer, tomar mate, ver la tele o jugar al metegol hasta tanto saliera el otro tren. Como se extendió la línea tres minutos más, hace que a nueve vueltas que ellos dan tengan que sumarle 27 minutos más. En vez de estar a disposición una hora y media iban a estar a disposición una hora y tres minutos".
A su vez, también, desestimó los cuestionamientos que la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) realizó en los últimos días respecto a las filtraciones en las paredes. El subsecretario reconoció que si bien existen, "lo importante es que estas pérdidas no están en lugares peligrosos".
Y agregó que faltaban los dispositivos necesarios para realizar las comunicaciones en las nuevas estaciones Rosas y Echeverría, aunque marcó que "están suplidos correctamente por comunicaciones celulares".
El funcionario afirmó que las autoridades metropolitanas trabajan "para garantizar este servicio que beneficia a la gente" y que por ello impulsarán "el diálogo para llegar a una pronta solución".
Las estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas fueron las inauguradas el viernes pasado por el procesado jefe de gobierno porteño, pese a las advertencias de seguridad de los Metrodelegados por filtraciones de agua que potencian un riesgo eléctrico y la falta de sistemas de comunicaciones, por lo que presentarían un recurso de amparo ante la Justicia, el cual fue rechazado.
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