lunes, 1 de julio de 2013

Se cumplen hoy 39 años del fallecimiento de Juan Domingo Perón

En aquella fría jornada del 1º de julio de 1974 el dolor se hizo carne en la mayoría del pueblo argentino ante la muerte del hombre que dominó la escena política durante más de 30 años.
 
 
Si bien hay controversias respecto de su verdadera fecha de nacimiento, los datos oficiales indican que Perón nació el 8 de octubre de 1895 en Lobos, Provincia de Buenos Aires, aunque también esto ha sido puesto en duda, puesto que hay quienes sostienen que nació en la también bonaerense localidad de Roque Pérez.
 
A los cinco años la familia se trasladó a Río Gallegos y en 1905 se estableció en Buenos Aires, donde el joven Juan Domingo asistió al Colegio Internacional Politécnico. De sus aulas pasó al Colegio Militar, egresando en 1913 con el grado de subteniente del arma de infantería.
 
Tras ocupar diversos destinos, participar en el golpe de 1930 y desempeñarse en la Escuela Superior de Guerra, fue nombrado agregado militar en la embajada argentina en Chile, país del que regresó en 1938 para cumplir luego una misión en Italia. Residió en Europa entre 1939 y 1941. Intervino en el golpe que derribó al presidente Castillo en 1943 e inició su carrera política como secretario del Departamento Nacional del Trabajo, que en 1944 transformó en Secretaría de Trabajo y Previsión.

Desde ese cargo desarrolló un programa social que le atraería la adhesión de gran parte de la sociedad argentina, especialmente de los trabajadores.

Encarcelado en 1945 y liberado merced a la movilización popular del 17 de octubre, Perón ocupó los cargos de ministro de Guerra y de vicepresidente. Acompañado por el doctor Hortensio Quijano ganó las elecciones presidenciales para el período 1946-1952.

En 1947 se organizó el Partido Peronista, de rígida verticalidad y sólida disciplina. Perón encontró un país cuyas condiciones económicas eran favorables para su desarrollo y contó asimismo con el apoyo de la Confederación General del Trabajo. Su política estatizante y nacionalista se cumplió dentro de lo dispuesto por el primer Plan Quinquenal (1947-1951).
 
Electo para un segundo mandato tras haberse reformado la Constitución (1949), prestó juramento el 4 de junio de 1952. En este segundo período debió afrontar graves problemas y fue destituido por un golpe militar el 16 de septiembre de 1955.

Perón se asiló en Paraguay y, después de residir en Panamá y Santo Domingo, se instaló en Madrid. Desde su residencia en el barrio Puerta de Hierro, continuó influyendo en la política nacional. Luego de un frustrado intento de retorno en 1964, pudo hacerlo en 1972, previo levantamiento oficial de las sanciones que pesaban contra él.

Su regreso definitivo se produjo en 1973, cuando a través de la renuncia de Héctor J. Cámpora accedió a la presidencia con el 62 por ciento de los votos. Completaba la fórmula su tercera esposa, María Estela Martínez.

Durante su gobierno propició la instauración de un pacto social entre las organizaciones de trabajadores, los empresarios y el Estado y concretó el ingreso del país en la Organización de Países no Alineados.
 
 
Transcurría las 13.15 hs. del día lunes 1° de Julio de 1974 cuando por cadena nacional se anunciaba la muerte de General Juan Domingo Perón.
 
Congoja, desesperación y dolor eran los sentimientos del pueblo argentino aquel día, especialmente en los sectores más humildes y desposeídos, para quienes Perón era el líder político indiscutido que con su acción llevaba a la lucha sus esperanzas y necesidades.
 
Pero el pueblo argentino no sabía que su muerte no  quedaría en el olvido y que sus pensamientos, acciones y banderas de lucha se transformarían en el icono de las generaciones venideras.
 
Perón  solo desaparecería del mundo de los vivos, pero dejaba el legado de haber incorporado a la sociedad a la clase trabajadora, de haber creído y fomentado la industria argentina, mejorado la distribución del ingreso, sancionado una legislación laboral de avanzada, y de haber despertado los amores de los más humildes.
 
Moría el hombre de formación férrea, el militar, el estadista; capaz de convocar con su personalidad y sensibilidad a millones de personas para luchar por la causa de los más vulnerables.
 
Por más de 18 años se sintió su ausencia en nuestra querida patria, el pueblo, su pueblo fue víctima de proscripciones, persecuciones, bombardeos y fusilamientos.
 
Pero a pesar de todo como antes, como hoy y como siempre, aquella recordaba frase “luche y vuelve” sigue vigente en el corazón de todos los peronistas. Ayer, lo fue por su retorno físico, hoy por la institucionalización de su doctrina, que sirve de guía a millones de peronistas que día a día luchan por la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación.
 

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