jueves, 27 de junio de 2013

Recordaron a Kosteki y Santillán en Puente Pueyrredón, a 11 años de sus asesinatos

En el undécimo aniversario de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en la estación de tren de Avellaneda, organizaciones sociales y políticas homenajearon a los militantes sobre el Puente Pueyrredón, ubicado a pocas cuadras del lugar del crimen.
 
El homenaje comenzó la noche del martes con una marcha de de antorchas desde la avenida Pavón frente a la exestación Avellaneda hasta la base del Puente Pueyrredón. Además, frente a la estación ferroviaria renombrada "Darío y Maxi", se realizó una jornada cultural en la cual participó una de las integrantes de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Nora Cortiñas.
 
También se llevó a cabo un acto con la participación de Alberto Santillán (padre de Maximiliano) y familiares de víctimas de gatillo fácil y violencia institucional. El homenaje principal se realizó ayer a la mañana con una gran movilización al puente que une la Ciudad de Buenos Aires con el sur del conurbano bonaerense, lo que generó un gigantesco caos de tránsito.
 
En ese marco se desarrollaron eventos culturales, entre los que se destacó la actuación del artista popular Rally Barrionuevo, entre otros. Compañeros de los militantes asesinados leyeron además un documento en el que reclamaron que se haga justicia y se sancione a los que consideran responsables políticos de la denominada "masacre de Avellaneda".
 
Minutos después de las 14 de este martes, el puente que comunica la ciudad de Buenos Aires con con el sur del conurbano bonaerense fue liberado, luego de 12 horas de corte.
 
El 26 de junio de 2002, un operativo conjunto de las policías federal, bonaerense, Gendarmería y Prefectura reprimió con balas de goma y plomo una protesta de trabajadores desocupados, que exigían un aumento de subsidios y alimentos.
 
En la fatal jornada, Kosteki y Santillán murieron asesinados en manos de dos policías provinciales. Siete policías fueron encontrados culpables de los homicidios: el comisario inspector Alfredo Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta, condenados a cadena perpetua; Félix Vega, Carlos Quevedo y Mario de la Fuente, cuatro años de prisión por encubrimiento agravado (una de ellas con cumplimiento efectivo).
 
Además, el expolicía Gastón Sierra recibió una pena de tres años por ese mismo ilícito, al igual que el ex policía Lorenzo Colman a dos años de prisión. En tanto, otro ex policía Celestino Robledo fue condenado a diez meses de prisión en suspenso por usurpación de títulos y honores.
 
Pese a estas sentencias, agrupaciones de izquierda y sociales y familiares renovaron el pedido de juicio y castigo de los responsables políticos de la masacre de Avellaneda.
 
"A 11 años ni Duhalde, ni Felipe Solá, ni Juan José Álvarez, ni Alfredo Atanasof, ni Jorge Matzkin, ni Luis Genoud, ni Oscar Rodríguez, ni Jorge Vanossi, ni Aníbal Fernández, ni el difunto Carlos Soria, entre otros; fueron investigados por aquella Masacre", escribieron en una carta Alberto y Leonardo Santillán, padre y hermano del militante asesinado.
 
Los familiares apuntaron que la impunidad persiste pese a las "sobradas pruebas de la existencia de un plan represivo con reuniones previas, directivas y complicidades necesarias, una autoría ideológica y responsabilidad política del asesinato de Darío y Maxi", y a las "reiteradas promesas vertidas por los sucesivos gobiernos".

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