martes, 5 de enero de 2016

El gobierno fascista comenzó a "deskirchnerizar" la ex ESMA

DESDE LA NUEVA SECRETARÍA DE DERECHOS HUMANOS UTILIZAN EL POLÉMICO TÉRMINO DE "DESKIRCHNERIZAR" PARA REFERIRSE AL GOBIERNO QUE MÁS HIZO EN MATERIA DE DDHH. ¿A QUÉ SE REFIEREN? ¿QUÉ QUIEREN CAMBIAR? ¿A QUIÉNES DEJARÁN AFUERA DE SU "NUEVA POLÍTICA"?


Al mejor estilo de la Revolución Fusiladora, que quemó y destruyó todo lo que tuviera que ver con simbología peronista y prohibió la mención de Perón, de Evita y del peronismo; el gobierno de de la "Revolución de la Alegría" encabezado por Mugrizio Macri parece querer arrasar con todo lo relacionado al kirchnerismo, con la intención de borrar de la faz de la tierra todo lo que esté relacionado con el gobierno anterior; aunque eliminarlo sea cortar una arteria sensible.

Con la misma fachada, pero con cambios en su interior, sigue funcionando la ex ESMA como un bastión del recuerdo por el genocidio en nuestro país.

Tal como lo había decidido Cristina meses antes de dejar la presidencia, la nueva sede de la secretaría de Derechos Humanos funciona en el predio de Av del Libertador, detrás del edificio principal.

El nuevo titular de la cartera, Claudio Avruj, acordó con el ministro de Justicia, Germán Garavano, y con Macri, comenzar a trabajar en ese lugar, pero "desde otra perspectiva". ¿A qué se refiere?

Si tomamos como "perspectiva" los grandes avances en materia de DDHH que se llevaron adelante durante la última década, queda sonando fuerte esta idea de cambiar de rumbo, de estrategia, y -tal como marcan desde la nueva secretaría- "deskirchnerizar" la ex ESMA.

Esto no solo se trata de adueñarse del edificio, sino de "producir modificaciones de fondo", tal como marca en una nota el diario oficialista La Nazión.

Dentro de estos cambios podría estar peligrando la continuidad de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la fundación H.I.J.O.S., y otras organizaciones a las que el kirchnerismo les asignó un predio especial y les dio lugar. Lo mismo sucede con asociaciones que defienden el derecho a la diversidad sexual, por ejemplo.

El macrifascismo parece arrasar con todo. Lo que se sabe hasta el momento, es que están planeadas cátedras en convenio con universidades estatales y -sobre todo- privadas y otras actividades relacionadas con la memoria. Además, se estudia la incorporación de organizaciones como la ONU y UNICEF, con una gran polémica alrededor, por supuesto.

¿Qué pasará con los 1.200 empleados que trabajan en ese área? Como en muchos ámbitos, es todavía un enigma. Por ahora, desde la cartera de DDHH avisaron que "los que trabajan van a seguir", pero al mismo tiempo lo pusieron en duda al afirmar que van a "revisar los contratos".

Todo esto lo sentencia la palabra de Arvuj, muy contundente, sobre las propuestas macristas con relación a los DDHH: "los Derechos Humanos tienen que ayudarnos a unir a los argentinos". Muy elocuente.

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