viernes, 8 de marzo de 2013

Críticas de la Iglesia a la reforma judicial

La Comisión Nacional de Justicia y Paz, dependiente del Episcopado, cuestionó en duros términos las iniciativas de democratización que impulsa el gobierno. Advirtió que la justicia va camino a formar "bandos enfrentados". Las diferencias con la posición de la Corte.
 
La intención del Poder Ejecutivo de realizar una reforma en la justicia para colaborar en su democratización sumó ayer un inesperado adversario: la Conferencia Episcopal Argentina que depende de la Iglesia Católica.
 
A través de un duro comunicado, la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP), dependiente del Episcopado cuestionó los proyectos que el gobierno piensa enviar al Congreso.
 
En ese marco, recordó que "en un sistema republicano" los gobernantes están al servicio de la ley y no las leyes al servicio de "los apetitos o deseos de quienes gobiernan", al aseverar que "la independencia de los jueces es la única garantía para que eso se cumpla".
 
A diferencia de lo que dejaron trascender los integrantes de la Corte Suprema, para la Iglesia el debate sobre las propuestas para democratizar la justicia va camino a formar "bandos enfrentados e irreconciliables".
 
Culpó al gobierno de seleccionar y mantener en sus cargos "jueces que no están a la altura de las exigencias éticas y técnicas" y consideró "repudiables las presiones y condicionamientos" que se ejercen, a su criterio, sobre los jueces. Torcer la voluntad de los magistrados "a favor de los intereses del gobierno", fue una de sus denuncias, en el tramo en el que negó que los grupos económicos tengan presiones similares sobre la justicia.
 
En ese sentido, la Comisión se pronunció en contra de la elección popular de los miembros del Consejo de la Magistratura, mecanismo, que parece "reñido" con la Constitución. "La politización de los jueces es inadmisible y conspira contra la neutralidad que cabe exigir de ellos", sostuvieron los miembros de la Comisión. "Antes que reformar el Consejo, lo que urge es que éste cumpla cabalmente sus funciones, convocando o acelerando los concursos a su cargo", reclamó el organismo eclesial.
 
Gabriel Castelli, el laico que preside la Comisión
Nacional de Justicia y Paz, dependiente del Episcopado.
"Los argentinos debemos aprender a convivir en un clima de amistad social, donde el que piensa distinto no sea un enemigo a aniquilar, sino un compatriota con quien conversar, en la búsqueda del bien común, y no del todo o nada", diagnosticó la Comisión.
 
En ese contexto expresaron su preocupación por las justicias provinciales: "Una de las metas que deberían tener los gobernantes es organizar una justicia de menor cuantía, cercana y de bajo costo, a la que todos puedan tener acceso y que resuelva los litigios con celeridad y sencillez". Idéntica propuesta había sido enunciada por el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, durante la apertura del año judicial. 
 
Afirmó también que con la creación de nuevas instancias judiciales se estarían creando tribunales superiores a los existentes, con jueces designados a gusto de las actuales mayorías en la autoridad política. Con respecto a los mecanismos de ingreso al Poder Judicial, defendió los concursos transparentes en oposición a los sorteos y "amiguismos".
 
Asimismo, cuestionó el impulso de prohibir las medidas cautelas, entendiéndolas como medidas que actúan como "última esperanza para muchos ciudadanos frente a la arbitrariedad o el abuso de poder".
 
La CNJP es presidida por el laico Gabriel Castelli y cuenta con el asesoramiento eclesiástico de los obispos Jorge Casaretto y Joaquín Sucunz.
 
¿Quién les pidió opinión? ¿Por qué no se ocupan de lo que se tienen que ocupar?

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