lunes, 6 de enero de 2014

Subte: reclaman al Gobierno de la ciudad métodos claros para aplicar las tarifas diferenciadas

A horas de conocerse la implementación de un nuevo sistema con pasajes de distinto valor, surgen dudas sobre la forma en que se identificará al viajero frecuente. El costo operativo, a un paso de caer completamente sobre los usuarios.
 
El nuevo reajuste escalonado que impulsa el gobierno porteño para aumentar la tarifa del subte de $ 3,50 a $ 4,50, cosechó ayer los primeros cuestionamientos dentro del sector opositor al macrismo, y también de parte del secretario general de los metrodelegados,
 
Roberto Pianelli, quien criticó el nuevo mecanismo diseñado por la gestión PRO para reducir el impacto del aumento en los pasajeros frecuentes que realicen más de 40 viajes. El titular de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), aclaró que el sindicato tendrá una posición definitiva en las próximas horas, pero anticipó, a título personal, que "es necesario un padrón de viajeros frecuentes".
 
Si bien no se opuso a una tarifa que beneficie a los usuarios cotidianos, aclaró que "el escalonamiento que promueve la ciudad surge a partir de números inexactos , porque si un trabajador que empezó pagando $ 4,50 se enferma o pierde esa cantidad de viajes acumulados por cualquier motivo, se pierde el descuento en la etapa en que podría aprovecharlo, especialmente si hay feriados o si se trata de un trabajador que por alguna razón no completó la cantidad necesaria".
 
Todos esos obstáculos, según sostiene la AGTSyP, se podrían resolver con un registro específico para los pasajeros que lo utilizan a diario.
 
Según la empresa pública Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado, "el presupuesto mensual que destina el trabajador o estudiante para viajar en subte aumentará de los actuales $ 154 a $ 168,3 por mes" es decir un aumento del 9,29% y no del 28%, como surge de aumentar el boleto de $ 3,50 a $ 4,50. Con esa diferenciación tarifaria por volumen de viaje, "el nuevo sistema tendrá un rango entre $ 2,70 y $ 4,50, según la frecuencia de uso mensual de cada pasajero mientras, que el premetro tendrá una tarifa fija de $ 1,50". Al respecto Pianelli consideró esos cálculos como "falsos e inexactos".
 
El tercer aumento implementado por la gestión PRO desde que se hizo cargo del subte fue anticipado por este diario hace una semana, pero el gobierno porteño oficializó su implementación el viernes pasado. El escalonamiento, en los planes de SBASE, comenzará a regir a principios de marzo, con el comienzo de clases, pero será discutido en audiencia pública el próximo 7 de febrero. Se trata de una instancia "no vinculante" que no puede impedir la aplicación del reajuste.
 
Para el legislador Gustavo Vera, de la coalición UNEN, el incremento "no se va a ver traducido en un mejor servicio, porque tenemos el antecedente de la deuda que autorizó la legislatura para que se pueda ampliar la red de subte y sabemos que esa plata se utilizó con otros fines", denunció el flamante edil, mientras que desde el Frente para la Victoria, el legislador Jorge "Quito" Aragón también repudió la suba y consideró que "se debería hacer cargo del subte para lograr que sea accesible al conjunto de trabajadores, y no sólo para unos pocos ".
 
Según la Ley porteña 4472 (que reglamenta el traspaso del subte de la Nación a la Ciudad), el estado porteño, a través de SBASE, tiene la autoridad para reajustar el boleto. Ahora la comuna también interpreta que tiene la potestad para crear este tipo de bandas tarifarias.
 
En los cálculos porteños, el costo operativo total del subte llega a un valor de $ 7,47 per cápita y surge luego de dividir todos los costos por la cantidad de pasajeros, actualmente cercana a los 900 mil viajeros cada 24 horas de lunes a viernes.
 
Sin embargo, un estudio de la Auditoría General de la Ciudad (AGCBA), puso en duda los cálculos para sostener una "tarifa técnica" de $ 7,50 y sostiene que, en el peor de los casos, el valor podría variar entre los $ 4,89 y $ 5,62 pesos como máximo, de acuerdo al índice de precios al consumidor que la comuna elija, sea IPC Indec o IPC porteño.
 
Aún así, la Ciudad se basará en esas cuestionadas estimaciones para defender el tercer incremento y sumar una suba del 250% en dos años que ahora, según la Auditoría, cargaría casi todo el costo operativo del servicio en la espalda de los pasajeros.

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