miércoles, 8 de enero de 2014

Construcción: Capitanich presentará el 27 de enero un plan para el sector

Gobierno y empresarios trabajan en la concreción de un acuerdo de precios similar al del comercio minorista. El objetivo es generar unos 435 mil empleos. Buscan ponerle un límite a los oligopolios de los insumos básicos.
 
El jefe de Gabinete Jorge Capitanich adelantó que el gobierno nacional avanza en un plan de acuerdo de precios que ahora tendrá como eje la construcción, uno de los sectores más dinámicos en la creación de empleo directo e indirecto y también de riqueza.
 
"Estamos trabajando, para el 27 de enero, en la suscripción del acuerdo de la cadena de valor de toda la industria de la construcción, por una razón muy sencilla: el Estado va a invertir $ 131 mil millones en el transcurso del ejercicio 2014", explicó Capitanich.
 
En este sentido, el funcionario amplió su concepto y puso en el centro del escenario un tema que hasta ahora resultó tabú en este segmento: el alto grado de concentración marcado por las condiciones oligopólicas e incluso monopólicas que se observan en algunos oferentes claves de la cadena productiva y el perjuicio que ocasiona este fenómeno a los planes de vivienda oficial.
 
"Queremos que aquellos sectores de insumos difundidos trabajen en la fijación de precios, por ejemplo de aluminio, acero y cemento, porque definitivamente existe concentración económica y precios monopólicos. Deben acompañar para garantizar que alguien que recibe un crédito de Pro.Cre.Ar pueda hacer su casa con precios razonables, que nadie se abuse de él", explicitó el jefe de Gabinete. También trascendió que se seguirá un criterio similar en el caso de los artefactos para el hogar, porque también se perciben pocos oferentes por tipo de producto. Estos dos rubros representaban en el promedio de gasto de los hogares 2% y 1% por mes, respectivamente.
 
Con el nuevo acuerdo de precios en el sector de bienes básicos ya en práctica, el gobierno empezó a pensar en extender la estrategia a otras aristas de la economía.
 
Por ello, la primera cadena que se sentará a la mesa para tratar de llegar a un sistema similar será la de la construcción. Para alcanzar ese objetivo ya se empezó el diálogo con algunos de los actores del sector y en las próximas semanas se buscará profundizar las negociaciones.
 
Desde el sector privado, lo único que reclaman es que se tome en cuenta la relación de precios-costos que coexiste en los distintos eslabones de la cadena, ya que consideran que para invertir es necesario asegurar la rentabilidad de las compañías. Según indicaron fuentes oficiales, en los contactos que tuvieron lugar hasta hoy "se está solicitando a los empresarios sumar nuevos proyectos y alcanzar nuevos escalones de producción a lo largo de 2014".
 
El tipo de acuerdo en el que avanzan las partes involucradas sería similar al vigente hoy en día en las góndolas de los supermercados –y que no sólo incluye la comercialización sino que también tiene en la mesa al sector industrial–, pero tendría obviamente características especiales en línea con las necesidades específicas de la actividad.
 
Los informes que tienen disponibles los funcionarios hablan de la factibilidad de alcanzar inversiones por "130 mil millones en todo el curso del 2014, sin contar el empuje que emerja de lo invertido a través de los créditos del plan Pro.Cre.Ar", para lo que se necesita un mayor compromiso desde los inversores privados para hacer crecer la actividad.
 
La idea es que el acuerdo de precios cree mayor tranquilidad para que los empresarios den los pasos sin mayores especulaciones sobre el futuro.
 
Fuentes del gobierno nacional sostienen que después de concretarse el proyecto el peso de la construcción podría alcanzar hasta un 5,4% del Producto Bruto Interno y generaría 435 mil nuevos empleos entre los directos y los indirectos. El alcance que tiene la actividad sobre el escenario general es el detalle que llevó a que sea esta la que ocupe el primer lugar entre los proyectos de extensión para la estrategia de acuerdo de precios.
 
La industria de la construcción tiene un efecto multiplicador de importantes dimensiones, influyendo en la dinamización de ramas y subramas industriales como el plástico, la pintura, el cemento, el hierro y hasta el papel. Con su crecimiento se genera una mejora en una parte importante que tiene impacto en toda la industria.
 
Consultado sobre esta iniciativa, Pedro Brandi, presidente del Grupo Construya, sostuvo que "para que un acuerdo de precios sea exitoso no hay que olvidarse que también hay que hablar de los costos que tiene el sector privado". Para esto, explicó que "en el diálogo se tiene que tener en cuenta la preocupación de los empresarios por cosas como cuánto va a costar el combustible, cómo se van a desarrollar las paritarias, cuál va a ser la tasa de interés y de cambio" y todas las aristas que conforman sus costos a lo largo del año.
 
"La impresión que tenemos es que con el nuevo equipo económico va a haber más racionalidad de la que se podía observar con la anterior gestión. De esta forma se podría establecer un mecanismo para administrar precios pero sin dejar de tener en cuenta que para que haya inversión tiene que haber rentabilidad", agregó el experto.
 
En tanto, Enrique Dentice, economista de la Universidad de San Martín (UNSAM), opinó que es lógico que el gobierno apunte a buscar un nuevo impulso para la construcción ya que "es un generador de obra en forma inmediata y tiene un efecto muy amplio en ese sentido, lo que hace muy atractivo buscar la inversión en el país". Además recordó que entre 2003 y 2007, lo volcado en esta actividad significa el 40% de la inversión interna en el país, y que "es importante que vuelva a ser una fuente movilizadora de ahorros".
 
El objetivo del gobierno es bastante más ambicioso que los proyectos de finales de 2013 de la propia Cámara Argentina de la Construción.
 
Su presidente, Gustavo Weiss, estimó durante la 61ª Convención Anual del sector –realizada en noviembre último– que en 2014 la actividad supondrá el 4% del Producto Interno Bruto (PBI) y que el crecimiento del año estaría en torno del 6% en comparación con lo ocurrido el año pasado. Finalmente, la inversión total en la llamada "industria de industrias" (privada más pública) experimentó un crecimiento del 10,7% equivalente anual en los últimos once años, lo que equivale a decir que entre 2002 y 2013 habrá más que triplicado el nivel de actividad.
 
Si el gobierno logra aumentar el dinamismo a través de este ambicioso proyecto, estos indicadores podrían ser incluso más auspiciosos.
 
Por último, el jefe de Gabinete de Ministros destacó que alguien que recibe un crédito de Pro.Cre.Ar debe poder hacer su casa "sin la necesidad de sufrir los sobrecostos que suponen la concentración que se produce en algunos rubros de la construcción".

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