Carnes, gaseosas, golosinas, productos del hogar y bebidas alcohólicas encabezan el ranking de las mercaderías que más se hurtan en los locales de los grandes centros comerciales del país.
Entre las personas dedicadas a la modalidad delictiva del "mecherismo", se afirma que se trata del arte de robar al viejo estilo, sin violencia, ni damnificados, salvo por la pérdida económica que generan al local comercial. Y en el primer lugar entre los perjudicados aparecen las grandes cadenas de supermercados, que cada semana registran más de 10 millones de pesos en pérdidas por hechos de hurto.
"Nosotras no lastimamos a nadie, hacemos esto como un trabajo, con horarios fijos y recorriendo lugares que conocemos por sus puntos débiles. Me agarraron varias veces con mercadería robada, pero no pasa de un hurto, y a veces hasta ni siquiera hacen la denuncia. Tengo preparado algo para cuando me pasa que se dan cuenta. Les digo que no me quedó otra porque estoy sin trabajo, con familia y cosas así. Además, es cierto eso. Pero vivo robando de esta manera porque lo sé hacer", cuenta Belén, mechera desde hace varios años y que opera en supermercados de la zona sur del conurbano.
En el último censo sobre pérdidas en supermercados, realizado con datos aportados por las catorce principales cadenas que funcionan en el país, la Consultora Hasar reveló que las cadenas tuvieron un balance de 1.439 millones de pesos de pérdidas anuales por lo que se denominan mermas, y que en un 23,69% se explican por los hurtos externos y un 15,44% por los hurtos internos. Es decir, de cada 10 pesos que pierden, 4 se relacionan a delitos, que tienen a los "mecheros" como principales protagonistas.
El estudio, que se realiza desde hace siete años, contó con la participación de las cadenas de supermercados más importantes: Carrefour, Coto, Día, Disco, Cooperativa Obrera, Cordiez, Cormoran, Josimar, Jumbo, La Anónima, La Reina, Libertad, Toledo, Wal Mart y Zanetti Golosinas.
En torno a lo que el trabajo estadístico denomina "hurto externo", que representa el 23,69% de las pérdidas anuales, se incluyen sustracción de productos en bolsas de aluminio; ocultamiento de mercancías en prendas, bolsos y carteras; y el consumo de alimentos en el local.
Asimismo sobre el "hurto interno", con el 15,44% de las pérdidas, aparecen el "despacho de mercadería sin facturarla; el consumo en la tienda; el cambio de los códigos de la mercadería; y la mercadería camuflada en la ropa o maletines. Luego, en el trabajo aparecen como otras causas de mermas los errores administrativos 12.30%, desperdicios 10.46% y averías 8.26%.
Una muestra de la importancia que le brindan las cadenas de supermercados a la problemática de los hurtos lo revela el mismo estudio, al indicar que el mayor porcentaje de inversión fue destinado a recursos humanos dedicados a tareas de vigilancia interna y externa (63,22%), seguido por la compra y mantenimiento de equipos y tecnología (12,07% y 13,72%, respectivamente).
"Hay lugares que son más difíciles de robar que otros. Pero cada uno que roba tiene su estilo. Yo saco cosas para vender rápido, como comida o ropa. Y pocas unidades. Pero hay otras que roban más groso", dijo Belén, que vive en Dock Sud.
Al hacer un detalle de los productos más robados, en los locales de mayores dimensiones, figuran las golosinas, productos de hogar, bebidas alcohólicas, jugos, carnes, gaseosas, productos de higiene, textiles e insecticidas.
Seguramente, las mecheras se amparan en aquel viejo adagio que reza que "el que roba a un ladrón tiene cien años de perdón". Porque después de todo, 10 millones por semana resulta una suma insignificante, comparada con los millones que las grandes cadenas de supermercados nos roban a nosotros.
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