domingo, 17 de marzo de 2013

Signos de cambio: el Papa prefiere lejos a un encubridor de pederastas

El ex arzobispo de Boston, Bernard Law, está acusado de haber tapado delitos cometidos por unos 250 curas. Un diario italiano reveló que Francisco se lo cruzó el jueves durante su visita a la Basílica romana Santa María la Mayor y que luego comentó a quienes lo acompañaban que no quería que frecuente nunca más esa iglesia.
 
Cardenal Bernard Law, ex arzobispo de Boston
El Papa Francisco tuvo un embarazoso encuentro en la Basílica Santa María la Mayor con el cardenal Bernard Law, acusado de haber encubierto a unos 250 curas pederastas entre 1984 y 2002, cuando era arzobispo de la diócesis de Boston, en EE UU. Francisco visitó el jueves Santa María la Mayor, donde reside el cardenal retirado, de 82 años, quien en ese momento se encontraba presente, según reconoció después el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.
 
El diario italiano Il Fatto Quotidiano aseguró en una reconstrucción de los hechos que Francisco comentó a los que le acompañaban: "No quiero que (el cardenal) frecuente esta Basílica".
 
El cardenal Law es arcipreste emérito de la Basílica Santa María la Mayor donde llegó luego de renunciar al cargo de arzobispo de Boston. "El cardenal Law vio al Papa, lo saludó y continuó su camino", afirmó Lombardi.
 
Law había dimitido a su cargo en Boston en diciembre de 2002, luego de que un juez de Massachusetts abriera los archivos de un sacerdote abusivo a quien funcionarios eclesiásticos mantuvieron en la parroquia sin advertir a los padres ni a la policía. Las revelaciones provocaron una crisis que se extendió a todas las diócesis de los Estados Unidos.
 
Luego de la renuncia de Law, el Papa Juan Pablo II envió en su lugar a un tal Sean O'Malley, un cura franciscano cuya labor sería reconocida con el tiempo por la forma en que manejó una crisis que todavía no se había extendido tanto. O'Malley pasó sus primeras seis semanas desde que fue asignado a Boston para llegar a acuerdos en cientos de demandas por abuso sexual.
 
El día después de hacerse cargo, renovó al equipo legal que representaba a la arquidiócesis y contrató a un abogado que lo había ayudado a resolver demandas por abusos cuando dirigió la diócesis de Fall River, Massachusetts, una década atrás.
 
O'Malley se involucró personalmente en las negociaciones, pasó horas con los abogados de las víctimas hasta pactar un acuerdo de 85 millones de dólares para 552 denunciantes. Los abogados le dieron crédito por mostrar la compasión que otros en la Iglesia no habían mostrado.
 
El cardenal O'Malley, que era uno de los candidatos a ser elegido en lugar de Bergoglio para ocupar el máximo cargo de la Santa Sede, acrecentó su popularidad gracias a la decisión de vender la mansión de estilo renacentista italiano que había alojado a los cuatro arzobispos que lo precedieron en Boston. Los millones de dólares obtenidos con esa venta ayudaron a pagar las indemnizaciones a las víctimas.
 
O'Mailley había acumulado experiencia resolviendo casos de pederastía a principios de los noventa en la diócesis de Fall River, una ciudad pesquera del sur de Nueva Inglaterra. Allí, O'Malley también había heredado el daño de uno de los pedófilos más conspicuos de la crisis por abusos sexuales en Estados Unidos: el ex sacerdote James Porter, quien fue acusado de violar niños en cinco estados en las décadas de 1960 y 1970. En 1993 se declaró culpable de 41 cargos de abuso sexual y O'Malley tuvo que hacerse cargo en nombre de la institución eclesiástica.
 
Era una época en la que la Conferencia del Episcopado de Estados Unidos apenas comenzaba a afrontar el alcance nacional de los abusos y O'Malley recibió el crédito por instituir una política que casi ninguna diócesis tenía en esos momentos. Las acusaciones de abuso sexual serían referidas a un trabajador social ajeno a la Iglesia. Un equipo de profesionales legales y en salud mental revisaría el manejo de cada caso y se requirió que los trabajadores eclesiásticos avisaran a las autoridades civiles de cualquier acusación de abuso a niños.
 
Esa política y su condición de franciscano le granjearon a O'Malley una gran fama entre los sectores más progresistas de la Iglesia Católica. Por eso muchos se entusiasmaron en que fuera ungido como el nuevo Papa en el cónclave. El teólogo brasileño Leonardo Boff incluso le había augurado públicamente que sería consagrado Papa y elegiría el nombre Francisco. Finalmente, fue Bergoglio quien asumió, escogió el nombre y se hizo cargo de resolver en su lugar los problemas que generaba Law.
 
Todo bien "Pancho". Todavía ni siquiera asumiste oficialmente, así que no te vamos a pedir que cabecees. Por eso, por ahora, nos alcanza con esta actitud de "pirá de acá que no te quiero ver cerca mío".
 
Pero ponete media pila con el tema, porque ya tenemos las pelotas un poco hinchadas... Perdón... Nos olvidamos que le estamos hablando a Su Santidad... Digamos que tenemos los testículos un tanto inflamados de ver que el castigo para los curas pedófilos es una cagada a pedos... Ufaaaa... Perdón otra vez... Un tirón de orejas, diez Padrenuestros, cinco Avemarías y, si se comió a varios pebetes, un cambio de parroquia.

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