domingo, 26 de mayo de 2013

La Presidenta participó del Tedeum en la Basílica de Luján

La Presidenta participó del tradicional Tedeum, con motivo de un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo. El arzobispo Agustín Radrizzani agradeció a Néstor Kirchner y a Cristina Fernández de Kirchner su apoyo en la refacción de la Basílica de Luján.

La celebración fue presidida por el arzobispo de la diócesis de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, quien en su homilía abogó por "una patria más equilibrada socialmente" y destacó "lo mucho que se viene haciendo" en materia social.

En su mensaje ante la mandataria, Radrizzani expresó la alegría de contar con el Papa Francisco, "un hijo de nuestra patria y nuestra iglesia" y centró su mensaje en tres realidades destacadas por Francisco de Asís, el santo por el cual Jorge Bergoglio tomó su nombre como pontífice: "el amor a la pobreza evangélica, la paz y la creación".

"Sueño con una patria más equilibrada socialmente, donde quienes tienen compartan y no sólo acumulen, y quienes no tienen puedan  ser aliviados", dijo el obispo en su homilía y agregó que "es mucho lo que se viene haciendo pero todavía es mucho lo que falta para crecer en justicia y hermandad".

El arzobispo de Luján citó distintas partes de mensajes y homilías de Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires y como papa Francisco y recordó una frase en la que señalaba que "la Argentina  tiene demasiados pobres y excluidos, los cuente quien los contare y el problema que enfrentamos no es económico o estadístico sino moral".

En relación a la paz, Radrizzani dijo que sueña "con que esa paz brote de corazones renovados y humildes que sepan perdonar para poder ser perdonados".

Sobre el amor a la creación, el obispo recordó una declaración del año pasado de los obispos de la Patagonia en relación a la minería a cielo abierto y a la necesidad de "clara voluntad política de efectivo control social sobre estos emprendimientos".

"Sueño con una nación donde se multipliquen los puestos de trabajo pero que nunca el afán de ganancia vaya en desmedro de lo que Dios nos regaló en esta maravillosa tierra argentina", aseguró Radrizzani.

En otra parte de su homilía, Radrizzani agradeció al Estado Nacional el envío de dinero para la remodelación de la basílica, recordó que fue a través del primer decreto que dictó el ex presidente Néstor Kirchner y aseveró que "sin esa asistencia, no hubiera sido posible regalarles a los argentinos la renovada belleza de esta casa".

Acompañada por el vicepresidente Amado Boudou, gran parte del gabinete nacional y el gobernador bonaerense Daniel Scioli, la Presidenta ingresó al templo a las 12.10 y fue recibida por Radrizzani y el rector de la basílica, Daniel Blanchoud.

Entre los ministros presentes estaban el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y los ministros Carlos Tomada, Alicia Kirchner, Julio De Vido, Alberto Sileoni, Julio Alak, Hernán Lorenzino, Florencio Randazzo, Juan Manzur y Débora Giorgi.  

También participaron el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, el Jefe de la Bancada del Frente para la Victoria, Agustín Rossi; el secretario de Comercio, Guillermo Moreno; el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto; y el titular de la CGT oficial, Antonio Caló.

Antes del comienzo de la celebración, la presidenta y las autoridades de la basílica se dirigieron al patio del templo donde observaron la cruz original del santuario, que fue reemplazada recientemente en una de sus cúpulas, en el marco de un proceso de restauración que se llevó a cabo con fondos del gobierno nacional.

Luego la mandataria descubrió un cuadro ubicado a la izquierda del altar mayor que contiene una bandera argentina que flameaba en las Islas Malvinas durante el operativo Cóndor en 1966.

Se trata de una de las siete banderas que flamearon en Malvinas en 1966, en el marco de ese operativo, cuando un grupo de jóvenes militantes desvió un avión de Aerolíneas Argentinas y aterrizó en las islas; y que le fueron entregadas "en custodia" por una de las integrantes del grupo, María Cristina Verrier.

Una de ellas se encuentra junto a los restos del ex presidente Néstor Kirchner en el mausoleo de Río Gallegos; y otra ya fue llevada por la mandataria al santuario de la Virgen de Itatí en Corrientes.

Al inicio de la celebración, Cristina se ubicó junto al gobernador Scioli en dos sillas dispuestas especialmente frente al altar.

Del tedeum participaron también representantes de los distintos credos religiosos que participaron de la celebración leyendo intenciones y expresando lecturas de la Biblia.

Afuera del templo, en la plaza que se encuentra frente a la basílica, se congregaron militantes portando banderas y carteles vivando a la mandataria quien al término de la celebración, se acercó a saludarlos.

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