EL FALLIDO ASALTO MILITAR AL PODER DEJÓ UN SALDO DE 265 MUERTOS, 1440 HERIDOS, 2800 SOLDADOS REBELDES DETENIDOS Y 2745 JUECES QUE RENUNCIARON.
Las autoridades turcas recuperaron el poder tras un fallido intento de golpe de Estado que mantuvo en vilo a Turquía durante toda la noche y que se saldó en la madrugada con la muerte de al menos 265 personas y más de 2.800 militares detenidos.
El intento golpista logró la unión de los cuatro partidos políticos con representación parlamentaria y dio la oportunidad al gobierno de realizar purgas en el sistema judicial, donde destituyó a más de 2.000 jueces acusados de tener vínculos con el predicador islamista Fethullah Gülen, señalado como el cerebro del golpe y cuya extradición de Estados Unidos fue reclamada ayer por el Gobierno.
Por otra parte, al menos 2.839 militares han sido detenidos por su presunta colaboración con el golpe, según el primer ministro Binali Yildrim, quien ha incluido entre los sospechosos tanto a soldados rasos como a oficiales de alto rango.
En tanto, volvió a sesionar el Parlamento rucro. Durante la sesión en la bombardeada sede legislativa -en la que estuvo ausente el presidente Tayyip Recep Erdogan-, el primer ministro turco Yildirim felicitó homenajeó a los civiles que bajo el lema "democracia o muerte" resistieron en las calles el intento de golpe de Estado iniciado por un sector del Ejército.
Varios de los diputados de los cuatro partidos (el islamista AKP, el socialdemócrata CHP, el nacionalista MHP y el pro-kurdo HDP) también resistieron adentro del Parlamento de Ankara los ataques aéreos de la aviación golpista. "Son un ejemplo para la democracia", felicitó Yilidirim, quien calificó a quienes concretaron el golpe como "terroristas en uniforme de soldados".
El líder del CHP, Kemal Kiliçdaroglu, destacó la importancia que tras el golpe se hayan unido los cuatro partidos porque los parlamentarios deben "defender la democracia y el laicismo bajo cualquier condición". No obstante, mantuvo sus críticas a las ambiciones de Erdogan de crear un sistema presidencialista de Gobierno y exhortó a la permanencia de un "sistema democrático parlamentario".
La teoría del autogolpe
Fethullah Gülen, líder de la Alianza por los Valores Compartidos, insinuó desde su exilio en Estados Unidos que el golpe de Estado fallido en Turquía pudo ser orquestado y simulado por el propio presidente Recep Tayyip Erdogan.
En una breve intervención desde su residencia en Saylorsburg (Pensilvania), Gülen, que ha sido acusado por el Gobierno turco de ser el instigador de la asonada militar de este viernes, aseguró que la toma por la fuerza no es la vía del cambio en Turquía.
"Hay un ligera posibilidad de que fuera un golpe escenificado", aseguró Gülen, quien volvió a negar su participación en el fallido golpe de Estado; durante el cual Erdogan afirmó que algunos de los militares sublevados recibían "órdenes de Pensilvania", en referencia a la residencia de Gülen en Estados Unidos.
El presidente turco pidió que no se proteja a Gülen, mientras que el secretario de Estado, John Kerry, dijo que no ha recibido petición de extradición o pruebas "legítimas" de la participación del opositor en el golpe.
Antaño aliado de Erdogan, Gülen se exilió a Pensilvania después de que el presidente turco lo acusara en 2013 de promover una investigación por corrupción contra su Gobierno. Desde entonces, el Gobierno incluyó al influyente clérigo en la lista de terroristas más buscados y Turquía ha pedido su extradición para juzgarlo en un proceso en el que puede enfrentar una pena de cadena perpetua.
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