El PRO no logra avanzar con las candidaturas que rodearán al presidenciable jefe de gobierno. La diputada aspira a suceder a su jefe político, pero el ex titular de Boca la quiere de compañera de fórmula. Las conversaciones con los operadores radicales siguen abiertas.
Los hombres más cercanos al jefe de Gobierno porteño Mugrizio Macri reconocen que el líder del PRO lleva ocho meses de "campaña pre-presidencial" y sólo demoró 48 horas en reinstalar el añejo duelo de candidaturas con la senadora nacional Gabriela Michetti. El martes pasado el alcalde deslizó que "sería un lujo" contar con la primera compañera de fórmula que tuvo en 2007 y reeditar la dupla en la disputa por la Casa Rosada. La destinataria de la invitación se demoró dos días en declinar el llamado de su jefe político y contestó, también por los medios, que "en el PRO la única candidatura segura hasta hoy es la de Macri", aunque se atajó y remarcó que le seduce "la idea de poder sucederlo en la Jefatura de Gobierno".
El objetivo del nuevo contrapunto público, según justifican desde el gobierno porteño, consiste en "desmalezar" el camino hacia los comicios nacionales de octubre de 2015 y consolidar el nuevo mantra que repiten todos los funcionarios del gobierno porteño. "Dentro del PRO todo está en discusión, salvo la candidatura presidencial de Macri", repiten en cada oficina política del macrismo. Los operadores, con rango de funcionarios, hablan con tono orgánico sobre "el estado de campaña permanente" del jefe, pero no abandonan cierto dejo de preocupación en sus palabras porque, hasta ahora, esa certeza electoral evoluciona sostenida "solamente" por el apellido Macri, y el resto avanza rodeado de indefiniciones. Esa complejidad refleja una realidad que coincide con los costosos sondeos electorales financiados desde Bolívar 1: "Macri crece como candidato ante la figura de Sergio Massa en la Ciudad de Buenos Aires, pero así como están las cosas, tiene muy pocas chances de pelear una segunda vuelta presidencial dentro de un año", revelan desde el PRO.
El dato confirma la necesidad de definir nuevos aliados en la estrategia presidencial de Macri, pero sin descuidar la capital, considerado el principal y casi único distrito que gobierna el macrismo. El "casi" tiene una razón de peso dentro de las caracterizaciones políticas del PRO, y está destinado al "primo" Jorge Macri, intendente de Vicente López y el hombre que sigue dentro de las filas amarillas, pero sin perder su estrecha relación con Massa y su Frente Rejuntador. El poroteo familiar revela que, fuera de la General Paz, el macrismo mantiene las mismas debilidades electorales que el año pasado, especialmente en la provincia de Buenos Aires y Córdoba, dos terrenos donde los arquitectos del PRO siguen confiando en el radicalismo para salir de la incertidumbre ante la carencia de votos propios.
Con la salida de Macri de la jefatura de Gobierno, y Michetti posicionada con un buen resultado en los últimos comicios, la propuesta de Macri para llevarla a la candidatura vicepresidencial podría resultarle a la senadora como un "salvavidas de plomo" que ella buscará resistir. Mientras tanto, el alcalde seguirá sosteniéndola como un recurso posible, para mostrarle al radicalismo que puede avanzar sin ellos, mientras radicales de mucho peso como Enrique "Coti" Nosiglia y el presidente de Boca, Daniel "El Tano" Angelici, redoblan la apuesta para que una alianza de radicales y macristas, les permita articular un nuevo frente que, hasta ahora, cuenta con Macri, mientras la diputada Elisa Carrió, como principal referente de la alianza FAUNEN, reanuda su poder corrosivo contra el diputado Sergio Massa en la capital y le enrostra su vieja relación con el kirchnerismo, algo que el líder del PRO no puede explotar mucho desde que mantiene un estrecho acercamiento con la Casa Rosada.
Pero, ¿qué hay detrás de ese pedido público para que la candidata mejor posicionada del PRO se embarque en la pelea presidencial de su jefe y abandone su propia carrera para sucederlo? Algunos aventuran que es un recurso para transformar el 38% de la última cosecha electoral en la capital como un piso de arranque para las ambiciones presidenciales de Macri. Otros arriesgan que la movida está orientada a borrar a Michetti de la contienda capitalina y beneficiar al premier Horacio Rodríguez Larrata como el "sucesor elegido".
De acuerdo a los pronósticos autosatisfactorios del “larretismo” las señales de posicionamiento del premier porteño comenzarán inmediatamente después de hoy, cuando termine el Mundial, y se relancen todas las carreras electorales. La primera señal del reinicio de esa contienda la disparó el viernes el empresario y presentador Marcelo Tinelli, cuando presentó a Larrata en el escenario como “jefe de Gobierno” y luego se corrigió y lo bautizó como “futuro” alcalde.
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