"A mí me pasó de ver personas extranjeras que vienen con nenes a pedir plata", expresó, de manera desafortunada, un diputado que impulsa la prohibición de la actividad. La mirada de una legisladora del Frente para la Victoria.
El debate por si hay que legislar o prohibir la actividad de los cuidacoches en la ciudad de Buenos Aires continúa generando polémica. El diputado porteño del PRO, Roberto Quattromano, se quejó ayer de las "personas extranjeras que vienen con nenes, que no son suyos, en brazos a pedir plata".
En ese sentido, en declaraciones radiales, el legislador remarcó que "nosotros estamos abocados a la prohibición definitiva de esta actividad porque es una cuestión de mafia. En la zona de Palermo, por cualquier situación, ya se produce una escena de violencia".
"La sociedad necesita ser sincera. No estaría mal dar un vuelco en todo lo que significa la ley y poder empezar con la prohibición de esta actividad. Nosotros también tenemos que reconocer que tenemos un punto de vista específico del PRO", señaló Quattromano.
Por último, insistió: "La única manera es prohibir la actividad de los trapitos y los limpia vidrios. Detrás de los trapitos y los limpiavidrios hay mafias que lucran. Yo he visto en mi barrio gente que es extranjera con un nene en brazos y yo sé que el nene ese es de otra persona. Después, atrás, viene el mafioso y se lleva la plata".
Por su parte, la legisladora del Frente para la Victoria, Claudia Neira, explicó que la actividad ya está regulada. Al respecto, clarificó que si un cuidacoches pide dinero por su trabajo es "una contravención" pero explicó que "si es a voluntad no es ilegal".
"Nos parece que es absolutamente imposible llevar adelante la cuestión de impedir que una persona te mangueé dinero a cambio de cuidarte el auto. Esto es parte de una realidad que es imposible abordar de esa manera. Nosotros decimos que queremos un registro: darle un chaleco, una identificación y que la persona no te pida plata además de que pueda ser identificable", señaló.
Por último, Neira manifestó: "Me parece difícil impedir una actividad que tiene años de arraigo en todas las ciudades del mundo, de una manera generalizada".
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