Monseñor Víctor Manuel Fernández aseguró que la propuesta "educativa y autoeducativa" que contiene no fue acogida como se pretendía. En ese sentido, dijo que se "mutiló" el texto en algunos medios.
Monseñor Víctor Manuel Fernández, rector de la U.C.A. |
El rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), monseñor Víctor Manuel Fernández, defendió ayer la "sana intención" del documento del Episcopado que advirtió que Argentina "está enferma de violencia" y pidió que sea leído en forma completa.
En un columna publicada ayer en Página/12 titulada "La violencia de no saber leer", el rector de la UCA -teólogo de confianza del papa Francisco- señaló que "lamentablemente, la sana intención del mensaje, que ofrece una propuesta educativa y autoeducativa, no fue acogida simplemente porque no se lo leyó completo".
En ese marco, Fernández señaló que "el día antes de la publicación de este documento, en la versión electrónica de un diario se anunciaba torpemente que los obispos iban a enfrentar al Gobierno por el tema de la inseguridad", en referencia a Clarín.
Para el arzobispo, con esa "clave falsa de lectura", se "mutiló" el texto y "algunas personas oficialistas utilizaron esa misma clave de lectura que les ofreció un medio opositor, sin detenerse a leer y a sopesar el conjunto del texto de los obispos, y entraron ingenuamente en el juego".
"Creo que una de las peores formas de la violencia actual es la de no escucharnos unos a otros, interpretándonos muchas veces a través de la hermenéutica sesgada de los medios", dijo y consideró que "esta es una señal más de la degradación cultural de los sectores medios y profesionales".
Fernández reveló que en el debate de los obispos -reunidos durante toda la semana pasada en Pilar- se debatió sobre la "necesidad de encarar el tema (de la violencia) de una manera amplia, evitando un acento excesivo en la inseguridad".
"La idea que predominó fue la de la violencia en toda la sociedad, de manera que cada uno se sintiera interpelado en lugar de entretenerse culpando a otros: 'No nos ayuda culpar a los demás', dice el texto", indicó.
Por último, Fernández preciso que "la intencionalidad del texto está expresada en esta frase: 'Cada uno está llamado a sanar sus propias violencias'. Se trata de una enfermedad social que procede de 'nuestra violencia más profunda'".
"Por eso, el objetivo era invitar a construir la paz entre todos: 'Felices los que trabajan por la paz'", dijo citando el título del documento episcopal.
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