AL MENOS 61 PERSONAS MURIERON EN UN TERREMOTO DE 8,2 GRADOS QUE SACUDIÓ AYER EL SUR DE MÉXICO, EL MAYOR REGISTRADO EN EL PAÍS EN LOS ÚLTIMOS CIEN AÑOS. LAS AUTORIDADES HAN ADVERTIDO SOBRE FUERTES RÉPLICAS Y DIJERON QUE EL BALANCE DE MUERTOS PUEDE AUMENTAR EN LAS PRÓXIMAS HORAS.
"Más de 200 resultaron heridas en el #Sismo", escribió el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en su cuenta Twitter. Hasta el momento se han registrado más de 260 réplicas, la más intensa de 6,1 grados, indicó el mandatario.
El estado de Oaxaca, en el sur, es hasta ahora el más afectado, con al menos 25 muertos, según José Calzada, secretario de agricultura mexicano que se desplazó a la región. De ellas, 17 fallecieron en la pequeña ciudad de Juchitán, sureste de Oaxaca, según dijo a la televisión local el gobernador Alejandro Murat.

México está amenazado además por el huracán Katia, de categoría 2, que avanza este viernes por el Golfo de México hacia el estado de Veracruz, en una terrible semana en la que otros dos ciclones, Irma y José, cruzan el mar Caribe dejando atrás una estela de muertos y graves daños materiales.
El terremoto es el "mayor registrado en el país en los últimos 100 años", dijo el presidente mexicano Enrique Peña Nieto en un mensaje televisivo difundido poco después del movimiento telúrico.
"Es previsible que, dentro de las siguientes 24 horas, se pueda registrar una réplica de un grado menor a lo que ocurrió el sismo, es decir, de 7.2 grados", añadió.

El pánico se apoderó, de norte a sur, de gran parte de los 120 millones de habitantes del país. Muchos salieron a las calles en pijamas, cargando a sus hijos o a sus mascotas.
Onelia Guerra, una residente de Oaxaca que al momento del temblor estaba en Ciudad de México, se dijo "ansiosa" de volver a casa, mientras esperaba abordar un vuelo desde el aeropuerto de la capital. "Se cayó una barda de la casa, se rompieron cristales, cosas materiales se perdieron, y mis vecinos me dijeron que desalojaron todo porque estamos demasiado cerca de la costa", relató esta enfermera de 51 años, quien vive en la comunidad de Salina Cruz, muy cerca de Juchitán.
De momento, en los estados del centro del país y en Ciudad de México, una megalópolis con 20 millones de habitantes, no se registraron mayores daños materiales ni se reportaron víctimas.
"Deseo manifestar mi cercanía espiritual a todos los que sufren las consecuencias del terremoto que ha azotado a México la noche pasada provocando muertes y cuantiosos daños materiales", dijo el papa al término de una misa en Villavicencio, en el centro del país.
El temblor hizo revivir a muchos la pesadilla del sismo de 8,1 grados del 19 de septiembre de 1985 que devastó la ciudad y dejo unos 10.000 muertos. "Otro más no, Dios, por favor no", rezaba de rodillas una mujer de unos 60 años.
En las calles del centro de la ciudad se escucharon gritos al ver cómo algunos vidrios se reventaban. "Iba manejando cuando empezó a temblar, ¡se meneaba el coche!", contó Cristian Rodríguez, un conductor de Uber de 28 años que circulaba por el norte de la ciudad.
El temblor también sacudió a la mayor parte de Guatemala, donde no se han reportado hasta ahora víctimas o daños. México se ubica entre cinco placas tectónicas, cuyos movimientos convierten al país en uno de los que registra mayor actividad sísmica en el mundo. Tras el sismo de 1985, se endurecieron las reglamentaciones en materia de construcción y los planes de protección civil.
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