jueves, 27 de abril de 2017

Mientras en Argentina seguimos esperando la "lluvia de inversiones", Macri recorrió una planta de Tenaris con 600 nuevos empleados pero en Estados Unidos

EN SU GIRA POR EL PAÍS DEL NORTE, EL EX HIJASTRO DE FLAVIA PALMIERO RECORRIÓ JUNTO AL EMPRESARIO PAOLO ROCCA LA PLANTA DEL GRUPO TECHINT, QUE EN ARGENTINA RECORTÓ PUESTOS DE TRABAJO Y ECHÓ EMPLEADOS.

Paolo Rocca tuvo una nueva oportunidad de cortejar a Macri e impresionarlo con el despliegue global de Techint. El CEO de la multinacional ítalo-argentina subió al subnormal a un helicóptero para abreviar las casi dos horas que hay en auto desde Houston hasta Bay City cerca del Golfo de México y de la sórdida Galveston que hizo famosa Nick Pizolatto, autor de la serie True Detective.

Se trata de una zona del condado de Matagorda salpicada de plantas vinculadas a la industria del petróleo. Allí, Macri recorrerá la nueva planta de tubos sin costura de Tenaris, promocionada como la más moderna del mundo, en la que el grupo invirtió u$s 1.800 millones de dólares. "Es la inversión Argentina más grande en Estados Unidos", celebraban en Techint.

En efecto se trata de una planta robotizada de última generación que dará trabajo al menos a 600 operarios calificados y que es parte de un proyecto más amplio que incluye un campus académico, bien a tono con el tradicional interés de Rocca por fomentar la educación vinculada a los rubros industriales.

La planta estará terminada a fin de año y por eso se trata de una visita y no una inauguración como salió publicado erróneamente en algunos medios.

La caminata le ofreció a Rocca una oportunidad excepcional para recordarle a Macri que su ministro de Producción, Francisco Cabrera, tiene demorado un expediente anti-dumping que impulsó Techint para aplicarle un arancel excepcional del 139% a los tubos que fabrican sus competidoras chinas.

Para Macri es un tema incómodo porque va contra el discurso libre mercado de su régimen fascista y contra medidas recientes como la quita de aranceles a las computadoras, decisión que barrió con varios miles de puestos de trabajo en la industria protegida de Tierra del Fuego.

Le plantea además en esta gira en particular un inconveniente adicional: Macri y sobre todo Cabrera, piensan reclamarle a la administración Trump contra las barreras al ingreso del biodiesel argentino que se impusieron, precisamente en base a acusaciones de dumping de los productores norteamericanos.

En Techint, por supuesto, explican que se trata de situaciones distintas. China no es una economía de mercado y por ende no puede esperar que se la trate como tal, es el argumento del grupo de Rocca.

Mientras Macri volaba a la costa industrial de Texas, su esposa, la explotadora de trabajadores textiles esclavos  Juliana Awada, tomo un desayuno ligero en el Houstonian Hotel, un Spa ubicado al filo del Memorial Park, donde al pelotudo hijo de puta lo esperaban los petroleros locales y una abundante comitiva argentina, para compartir un almuerzo (ver nota aparte en esta misma edición).

Antes de la visita a Techint, Macri se reunió con Earl Shipp, vicepresidente de Operaciones de la Costa del Golfo de los Estados Unidos, la principal región de crecimiento de Dow Chemical.

Este grupo que combina la producción de agroquímicos con el petróleo es uno de los que puso un pie en Vaca Muerta, aunque demora las inversiones fuertes que necesita ese reservorio de shale. La apuesta del régimen macrifascista es que Dow y otros jugadores aquí presentes, se animen de una vez a dar el paso necesario para que Vaca Muerta empiece a convertirse en lo que promete.

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