Lo aseguró el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien sostuvo que "estos minúsculos grupos de fondos buitre generan ataques especulativos permanentes".
El jefe de Gabinete sostuvo, además, que esos grupos generan “ataques especulativos permanentes, promueven acciones judiciales pero tienen su domicilio en guaridas fiscales, no en países sino en guaridas para guarecerse de cualquier tipo de efecto de carácter impositivo”.
En su habitual encuentro con los periodistas acreditados en la Casa Rosada, el jefe de gabinete recordó ayer que el proceso de canje fue iniciado durante el gobierno del presidente Néstor Kirchner, que "fue muy complejo", durante el cual, dijo, "se actuó con extrema rigurosidad de cumplimiento", y añadió que “no puede ser soslayado por un juez ni por una medida arbitraria”.
Para Capitanich, cada Gobierno “tiene virtudes y defectos” y “si hay una virtud de este Gobierno, es haberse hecho cargo de los problemas anteriores, afrontarlos y generar las condiciones de negociación para resolverlos”.
Reiteró que la posición argentina es de "defensa de nuestra dignidad nacional y soberanía", en la instancia de la reunión que se celebró ayer en Nueva York, entre funcionarios argentinos y representantes de los fondos buitre, con la mediación del Daniel Pollack.
Capitanich recordó que “no ha habido negociaciones" por fuera del marco legal y reiteró la posición de “defensa de nuestra dignidad nacional, de nuestra soberanía. Para empleados de grupos económicos y de fondos buitre hay muchos; nosotros tenemos que defender la voluntad del pueblo argentino”.
Luego destacó los "enfáticos y claros" conceptos vertidos ayer por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que sostuvo que Argentina "no va a entrar en default porque la Argentina pagó" e indicó que "van a tener que inventar un nuevo nombre -no sé cual- que se refiera al deudor que pagó y que alguien bloqueó ese pago".
Asimismo, puso de relieve que nuestro país "promueve el diálogo para generar condiciones de negociaciones justas, equitativas, legales y sustentables para el ciento por ciento de los bonistas".
Explicó también que hay un “impedimento objetivo” que es la cláusula RUFO “que impide establecer un acuerdo de negociación que sea diferente al que se hizo con el 92,4%, de los bonistas que ingresaron al canje”.
En ese sentido, Capitanich remarcó que Argentina “no ingresará el default técnico, que es una palabra que no se adapta” ya que se han depositado U$S 1051 millones; los tenedores con legislación argentina han percibido, y el resto espera la resolución del juez Griesa.
Sobre los fondos depositados, el jefe de gabinete dijo que “no son de la Argentina; están depositados en la cuenta del agente fiduciario para que se instrumente el pago a los bonistas. Argentina paga, Argentina cumple”.
Finalmente, señaló que la posición Argentina “es tan simple que no da para seguir hablando del tema. La posición del gobierno ha sido clara, enfática, la hemos puesto en solicitadas; hemos explicado con absoluta claridad y contundencia. El que no entiende es porque no quiere entender”.
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