El ministro de Planificación salió al cruce de una nota publicada en Clarín, por considerar que “tergiversa la realidad” y destacó que a los directivos de esa empresa “les molesta" el ingreso de la compañía estatal Ar-Sat a la telefonía móvil "porque permite equilibrar el mercado y democratizar el acceso a las comunicaciones en Argentina”.
El funcionario se refirió así a un artículo publicado por el matutino que sostiene que “el Gobierno profundiza su acuerdo con las telefónicas” y que “les dará frecuencias de celulares asignadas a Ar-Sat sin licitación alguna”.
En tal sentido, De Vido desmintió que “se entreguen frecuencias” ya que “el 25% del espectro asignado a Ar-Sat es para su uso y por lo tanto, bajo ningún punto de vista, se va a regalar a empresas privadas”.
De Vido recordó que la subasta de esa porción del espectro no pudo concretarse “porque de los potenciales oferentes solamente uno estaba en condiciones de presentarse, con lo que hubiera quedado en manos de un operador, lo que hubiera cuestionable”.
Destacó que por eso la presidente Cristina Fernández de Kirchner “tomó la decisión estratégica de asignarle a la empresa Ar-Sat esa porción de espectro para que la explote con un sentido federal y procurando la universalización del acceso a las comunicaciones a lo largo del país”.
Al respecto, el ministro destacó que “la complementariedad del uso de frecuencias, infraestructura y las redes existentes entre los operadores, implicará para el Estado Nacional, que ofrecerá servicios mayoristas a través de la marca Libre.ar, un valor de negocio con ingresos superiores a las estimaciones de la subasta de las frecuencias y con esquemas de utilización más modernos que los que se utilizaban hace 15 años, permitiendo además la democratización de las comunicaciones y el ingreso de un cuarto operador móvil”.
De Vido resaltó que “la mayor disponibilidad de espectro radioeléctrico será un motor de inversiones hacia las nuevas tecnologías y permitirá el desarrollo de la industria nacional y por sobre todo una coordinación tecnológica y de infraestructura para optimizar la inversión del sector”.
Esta política “derivará en mejores costos ante la inminente migración tecnológica a la cuarta generación, que se está dando a nivel mundial y en el que Argentina quiere ser punta, como lo fue con la Televisión Digital Abierta”.
A su vez, el funcionario sostuvo que “no es cierto que no realizaremos inversiones en infraestructura ni redes, vamos a adquirir una plataforma de última generación y una red core”.
Por último, De Vido indicó que “lo único ilegal es Fibertel, que continúa operando de forma clandestina porque no tiene licencia para hacerlo, como sigue negándose el Grupo Clarín a cumplir con Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, porque tiene una concepción monopólica de la comunicación, concentrada en pocas manos evitando que todos tenga la posibilidad de expresarse de la manera que sea”.
El funcionario se refirió así a un artículo publicado por el matutino que sostiene que “el Gobierno profundiza su acuerdo con las telefónicas” y que “les dará frecuencias de celulares asignadas a Ar-Sat sin licitación alguna”.
En tal sentido, De Vido desmintió que “se entreguen frecuencias” ya que “el 25% del espectro asignado a Ar-Sat es para su uso y por lo tanto, bajo ningún punto de vista, se va a regalar a empresas privadas”.
De Vido recordó que la subasta de esa porción del espectro no pudo concretarse “porque de los potenciales oferentes solamente uno estaba en condiciones de presentarse, con lo que hubiera quedado en manos de un operador, lo que hubiera cuestionable”.
Destacó que por eso la presidente Cristina Fernández de Kirchner “tomó la decisión estratégica de asignarle a la empresa Ar-Sat esa porción de espectro para que la explote con un sentido federal y procurando la universalización del acceso a las comunicaciones a lo largo del país”.
Al respecto, el ministro destacó que “la complementariedad del uso de frecuencias, infraestructura y las redes existentes entre los operadores, implicará para el Estado Nacional, que ofrecerá servicios mayoristas a través de la marca Libre.ar, un valor de negocio con ingresos superiores a las estimaciones de la subasta de las frecuencias y con esquemas de utilización más modernos que los que se utilizaban hace 15 años, permitiendo además la democratización de las comunicaciones y el ingreso de un cuarto operador móvil”.
De Vido resaltó que “la mayor disponibilidad de espectro radioeléctrico será un motor de inversiones hacia las nuevas tecnologías y permitirá el desarrollo de la industria nacional y por sobre todo una coordinación tecnológica y de infraestructura para optimizar la inversión del sector”.
Esta política “derivará en mejores costos ante la inminente migración tecnológica a la cuarta generación, que se está dando a nivel mundial y en el que Argentina quiere ser punta, como lo fue con la Televisión Digital Abierta”.
A su vez, el funcionario sostuvo que “no es cierto que no realizaremos inversiones en infraestructura ni redes, vamos a adquirir una plataforma de última generación y una red core”.
Por último, De Vido indicó que “lo único ilegal es Fibertel, que continúa operando de forma clandestina porque no tiene licencia para hacerlo, como sigue negándose el Grupo Clarín a cumplir con Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, porque tiene una concepción monopólica de la comunicación, concentrada en pocas manos evitando que todos tenga la posibilidad de expresarse de la manera que sea”.
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