EL PRESIDENTE DEL TRIBUNAL ORAL FEDERAL Nº 1 DE LA PLATA, CARLOS ROZANSKI, RENUNCIÓ A SU CARGO EN UN ESCRITO QUE PRESENTÓ ANTE EL MINISTERIO DE JUSTICIA DE LA NACIÓN Y AHORA SU RENUNCIA DEBERÁ SER ACEPTADA O RECHAZADA POR EL PODER EJECUTIVO.
El juez Carlos Rozanski presentó la renuncia como juez ante el ministerio de Justicia de la Nación. Su accionar en diversas causas estaba siendo investigado por el Consejo de la Magistratura. Se convierte en la segunda baja de un juez federal que capitaliza el régimen macrifascista.
La dimisión del magistrado que integraba el Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata debe ser aceptada por el Poder Ejecutivo. Semanas atrás, había reconocido estar siendo "brutalmente perseguido por el Consejo de la Magistratura" y culpó al gremio de Julio Piumato "que se encargó de poner afiches clave, en La Plata y Buenos Aires".
Acusado de supuesto "maltrato laboral", Rozanski había recibido a principios de mes la solidaridad de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y de la decana de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata, Florencia Saintout, quienes presentaron ante el Consejo de la Magistratura dos amicus curiae en su apoyo.
Ambas habían expresado su “preocupación y condena” por el proceso que se le seguía a Rozanski en el Consejo y aseguraron que existe una “manifiesta intención persecutoria”.
“Asistimos con verdadera pavura a que este procedimiento sea secuela de un anuncio periodístico para remover a los jueces que, al parecer, por su independencia de criterio, prestigio y bien obrar, no resultan benéficos para la actual etapa de gobierno”, afirmó Saintout en la nota dirigida a la comisión de Disciplina y Acusación del Consejo. También habían expresado su apoyo al magistrado el premio nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y Julián Domínguez, entre otros.
Rozanski había sido acusado por la Unión de Empleados de la Justicia Nacional (UEJN) por maltrato a sus empleados pero de la investigación en el Consejo de la Magistratura surgieron otras presuntas irregularidades que llevaron al representante del Poder Ejecutivo en el organismo, Juan Bautista Mahiques, a pedir nuevas medidas de prueba.
Rozanski fue el presidente del tribunal oral que dictó condenas en causas por derechos humanos, por primera vez luego de la anulación de las llamadas leyes del perdón y la reapertura de los juicios contra los represores, la década pasada. Ese juicio, en el marco del cual desapareció el testigo Jorge Julio López, terminó con una condena de 25 años de cárcel al ex comisario Miguel Etchecolatz.
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