JUNTO CON LA REBAJA DE APORTES PATRONALES, EL PROYECTO DEL MINISTERIO DE TRABAJO IMPULSA OTRA DE LAS RECOMENDACIONES DEL ORGANISMO INTERNACIONAL.
El régimen macrifascista impulsa un "blanqueo laboral" que implica una fórmula conocida: la rebaja de aportes patronales. Pero el proyecto que se está trabajando dentro de las oficinas de los ministerios de Trabajo y Hacienda incluye una medida que traerá cola: la suba de la edad jubilatoria.
Tanto una como otra medida forman parte de las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la Argentina. El organismo recaudador considera que bajar los costos laborales es la fórmula para generar más empleo registrado y subir la edad jubilatoria hará más sustentable el sistema previsional.
Según reveló el pasquín oficialista La Nazión -uno de los principales órganos de prensa del régimen-, dentro del plan para reducir el empleo no registrado se incluye una revisión de todo el sistema previsional, algo que se proponía de forma general en el proyecto ómnibus que incluía el pago a jubilados, reforma impositiva y blanqueo de capitales. Tras un encuentro entre Triaca y Dujovne, se evaluó incluir la suba de la edad jubilatoria, que en la actualidad es de 60 años para las mujeres y 65 para los hombres.
Ya en la llamada "reparación histórica" que incluía una Pensión Universal para la Vejez se establecía que las mujer que querían acceder a ella recién podían hacerlo a los 65 años.
Viejas recetas
La rebaja de las cargas patronales es la vía elegida por Dujovne y Triaca para lograr el "blanqueo laboral", segunda parte del blanqueo de fondos y activos que impulsó con éxito Prat el Gay.
La idea es reducir aportes para nuevos empleados por un lapso, para empresas de cualquier tamaño. En un principio, se había pensado el beneficio solo para pymes pero luego se extendió al 100% del mundo empresario por reclamo de los mismos.
Además, continuaría el Repsal, una suerte de "veraz laboral" en el que figuran los empleadores incumplidores y cuya lista puede dificultar el acceso a créditos y para compensar la merma en la recaudación de la seguridad social, se tomaría una medida paradójica: que los beneficiarios de planes sociales aporten al sistema, hasta convertirlos en una suerte de "descuento" para los empleadores que acepten tomarlos como trabajadores formales. Con menores costos laborales, afirman, lograrán reducir el desempleo.
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