sábado, 3 de septiembre de 2016

Macri en China, lejos de la Marcha Federal

EL PELOTUDO HIJO DE PUTA DARÁ LÁSTIMA EN EL G-20 APELANDO AL SLOGAN DE LA LUCHA SLOGAN "CONTRA EL TERRORISMO, EL NARCOTRAFICO Y LA POBREZA".

Mugrizio Macri llegó ayer a Hangzhou junto a su esposa, la explotadora de trabajadores textiles esclavos Juliana Awada, luego de un prolongado viaje en vuelo privado, que hizo escala en Qatar. 

Al ingresar al Hotel Wyndham Grand Plaza Royal, expresó su "vocación de colaboración y de trabajo que hacemos en la Argentina para luchar contra los grandes males de la humanidad".

El idiota confeso declaró su voluntad de "trabajar contra el terrorismo, el narcotráfico y la pobreza" en la reunión del G20 que se iniciará este domingo en la ciudad china de Hangzhou.

"Venimos por primera vez a esta cumbre del G-20 con mucha expectativa y con la clara intención de trabajar junto a los países más poderosos del mundo en la lucha contra el narcotráfico, la pobreza y el terrorismo", afirmó.

El subormal mantuvo ayer reuniones con su par de China, Xi Jinping, y hoy hará lo propio con el de Rusia, Vladimir Putin. Posteriormente se verá con el de España, Mariano Rajoy; el primer ministro de Australia, Malcom Turnbull; el premier de India, Narendra Modi y posiblemente se le pueda sumar una reunión con el presidente de Sudafrica, Jacob Zuma.

China dejó en claro que su Macri preferido es Franco

Los chinos dejaron en claro que el Macri que tienen como interlocutor no es Mugrizio sino su padre Franco, el embajador de negocios que los asiáticos tienen en Argentina.

Los organizadores de la cumbre del G20 cometieron un sugestivo “error” en el protocolo. En el brochure de presentación de los mandatarios participantes de la cumbre, no aparece la foto del subnormal sino la de Franco, su padre.

Al lado de la foto de Franco figura la de Michel Temer, el nuevo presidente brasileño que fue confirmado en su puesto tan sólo 48 horas antes.

El “error” de los chinos no parece una simple gaffe de un diseñador gráfico: Franco Macri está detrás de varios negocios que tienen o buscan cerrar China en Argentina, como los trenes del Belgrano Cargas y los micros eléctricos que quiere implementar el ministro de Ambiente, Sergio Bergman.

Por el contrario, el Mugrizio revisa todos los contratos que tienen los chinos en el país, como el de la construcción de las represas que la empresa china Gezhouba tiene adjudicadas en Santa Cruz y que el Gobierno no activa.

Es más; Macri quiere incorporar en una parte sustancial de la obra pública a constructoras de Estados Unidos, el máximo competidor de los chinos en el mercado global.

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