Amautas, caciques de los pueblos coyas, autoridades tradicionales, ancianos y sabios mburvichas de los pueblos originarios pariciparon ayer de un tradicional tributo a la Madre Tierra en la sede de la organización barrial Tupac Amaru, en la ciudad de San Salvador de Jujuy.
"Nuestros ancestros siempre le daban ofrenda a la Pachamamita y no faltaba nada. Todos teníamos todo. Durante 500 años nos han querido hacer olvidar eso. Pero ahora estamos en un proceso de cambio", afirmó Mama Quilla, reconocida amauta de Tiwanaku.
Al son de sikuris, erkes, bombos y tambores, y con la k’hoa (conjunto de yuyos) aromando el ambiente, la anciana recordó que "ahora, estamos levantando con el Pachakuti", en referencia al nuevo ciclo que se inició en diciembre de 2012, según el cual se comenzaría a revertir el proceso de dominación de los pueblos.
Mama Quilla y el amauta Alipio Cuila, oriundo del territorio ancestral de Kalla Waya, al norte de Bolivia, limpiaron anoche el pozo de la ceremonia del año pasado, lo sahumaron para alejar todas las impurezas y lo taparon hasta que el sol del mediodía de hoy lo iluminó.
La principal referente de la Tupac Amaru y diputada del Frente Unidos y Organizados por la Soberanía Popular (FUyO), Milagro Sala, resumió en pocas palabras el sentido de la ceremonia.
“Le damos las gracias a la Madre Tierra por la vida, por la salud, por el trabajo, por la comida y le pedimos también más fuerza espiritual para seguir luchando por los que más lo necesitan, que nos de la fuerza para no bajar los brazos", afirmó.
En patio de la sede de la Tupac y ante una nutrida concurrencia que presenció la ceremonia, la dirigente pidió a la Pachamama "trabajo para los que no lo tienen, armonía y entendimiento. Que podamos convivir aceptando las diferencias”.
Después de organizar el lugar con hojas de coca, platos de comida, frutas, dulces, bebidas, cigarrillos y hierbas aromáticas, los participantes pasaron en parejas para depositar su ofrenda.
La emblemática coplera y embajadora cultural de la Quebrada de Humahuaca, Ernestina Cari, dijo que en la Quebrada la ceremonia "se realiza también en casas de familias e instituciones" y definió a la reunión "no como un festival, sino un profundo homenaje a la tierra".
Mientras que Mario Corimayo, presidente de la Comunidad Aborigen de Hornaditas, a 17 kilómetros de Humahuaca, dijo que "la Pachamama es una ceremonia sagrada en la que se hace una ofrenda en agradecimiento a lo que ella nos da".
"La ceremonia según Corimayo incluye además la preparación de la 'chuya', que junto al arrope (restos líquidos de la preparación de la chicha) se conserva con hojas de coca y flores con el fin de volcarla en las aguadas, mojones, apachetas y corrales para purificarlos", contó Corimayo.
"Durante el encuentro todo tiene un sentido muy profundo, que sale de adentro de cada uno de nosotros, un sentimiento propio desde el corazón por todo lo que nos da, hasta se nos van las lágrimas por el agradecimiento y respeto que sentimos, es un encuentro del ser humano y la naturaleza", completó Corimayo.
Antes de iniciar el ritual, una movilización encabezada por Mama Quilla, Alipio Cuila y Milagro Sala recorrió la ciudad sahumando sus calles e invitando a todos a participar de la ceremonia.
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