jueves, 31 de julio de 2014

Unas 20 familias buscan evitar ser desalojadas de un edificio de Caballito

El procedimiento fue ordenado por el Juzgado Contravencional y de Faltas de la ciudad Nº 1, a cargo de Norberto Tavosnanska, sobre el edificio de dos pisos situado en Nicolás Repetto 916, donde viven decenas de personas, la mayoría madres solteras.

Jorge "Abasto" Barone, representante de la Coordinadora de Inquilinos de Buenos Aires, contó que "quienes viven aquí son gente de bajos recursos que no tienen donde ir, pero el Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad, que tiene la responsabilidad de asistirlos, les ofrece 1.800 pesos a cada familia como única ayuda", indicó Barone.

"El riesgo que corre la mayor parte de esta gente es quedar en situación de calle. Entendemos el reclamo del propietario, pero las familias también tienen derechos como el de vivienda que está garantizado tanto en la Constitución Nacional como la de la Ciudad", señaló y agregó que "lo único que le pedimos al juzgado es un plazo para que las familia puedan reubicarse".

El activista detalló que la Comisión Nacional de Tierra, organismo dependiente del Estado Nacional, está asistiendo a las familias y pidió una prórroga de 6 meses para que puedan ser reubicadas.

"El Juzgado respondió que esto es imposible, por eso pedimos aunque sea les den un plazo mínimo de 1 o 2 meses para que puedan encontrar un lugar", indicó Barone, quien también criticó la repuesta del gobierno porteño y solicitó que asistan a las familias y les permitan contar con un monto de dinero suficiente para encontrar otro lugar.

"Entendemos que el desalojo se tiene que producir, no estamos en contra de la orden. Lo que discutimos es la forma de implementarla, es decir que la sentencia no se transforme en la violación de otros derechos", apuntó.

El referente explicó que los vecinos no pagan alquiler, pero en algún momento sí abonaron lo que llaman un "derecho de espacio", como el caso de una mujer, Nancy Chávez, que hace 18 meses pagó 16 mil pesos por dos habitaciones donde vive con sus dos hijas 15 y 18 años.

La mujer contó que toda la gente que vive en un edificio trabaja o estudia, como el caso de ella, que este año fue a tramitar su título de enfermera profesional.

Chávez dijo que saben que viven en un lugar donde no son los dueños, pero solicitó "tiempo o alguna solución" para "terminar con la incertidumbre de despertarte un día y que nos saquen".

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