LA ALTURA DE LOS RÍOS PARANÁ Y PARAGUAY, CUYA CRECIENTE AFECTA A GRAN PARTE DE LOCALIDADES COSTERAS DE CORRIENTES, PERMANECE ESTACIONADA Y EN BAJA, PERO NO SE REGISTRAN MERMAS EN LA CANTIDAD DE EVACUADOS.
De esta manera, la altura de ambos cauces continúa siendo alta producto del fenómeno de la “Corriente del Niño”, aunque la situación permanece estable en los últimos días.
De acuerdo a los registros difundidos por la Prefectura Naval Argentina, el río Paraná está estacionado en Ituzaingó, con una altura de 3,48 metros y registra bajas pero permanece en estado de evacuación en Itatí (de 7,53 a 7,51 metros) y Corrientes capital (de 7,42 a 7,41).
El resto de las localidades ubicadas a la vera del Paraná continúan en estado de evacuación, pero el nivel está estacionado en Paso de la Patria, con 7,22 metros; Bella Vista con 6,51 metros; Goya con 6,26 metros y Esquina con una altura 5,78 metros.
En tanto, el río Uruguay está en baja y la medición muestra esta tendencia en todas las localidades correntinas: Santo Tomé (de 5,59 a 5,39 metros), Alvear (de 7,04 a 6,79), La Cruz (de 6,96 a 6,70 metros), Yapeyú (de 6,68 a 6,47 metros), Paso de los Libres (de 6,87 a 6,65 metros), Bonpland (de 6,52 a 6,40) Mocoretá (de 9,38 a 9,34) y Monte Caseros (de 5,65 a 5,46 metros).
De todas maneras, la mayor parte de evacuados y autoevacuados permanece en la misma situación debido a que la altura de los ríos sigue siendo alta.
Así lo confirmó ayer el intendente de la ciudad de Goya, Gerardo Bassi, al señalar que continúan siendo 1680 las personas afectadas por la creciente en su localidad, “considerando evacuados y autoevacuados” y que el albergue municipal, instalado en el predio Costa Surubí, sigue funcionado.
“Hay gran cantidad de familias que son asistidas allí permanentemente por la Comuna, se les brinda el desayuno, almuerzo, merienda y cena y los niños hasta recibieron su regalo de reyes”, afirmó el jefe comunal.
Por otra parte, Bassi sostuvo que siguen esperando de la Nación y la provincia cinco bombas pluviales complementarias “para sacar el agua de la ciudad” a la vez que mencionó que las cinco bombas que posee el Municipio “están funcionando a pleno y no son suficientes”.
Asimismo, consideró que la solución definitiva para Goya son obras de infraestructura como “las defensas definitivas y los desagües pluviales”, a la vez que destacó obras municipales como “70 kilómetros de canales, que si no se hubiesen realizado, sería mucho peor”.
En este contexto, destacó especialmente la solidaridad de instituciones, organizaciones sociales y voluntarios que prestan ayuda a las familias afectadas por las inundaciones, al tiempo que mencionó el “valioso” aporte del municipio bonaerense de La Matanza y de organizaciones como Cáritas y los Boy Scouts, además de jóvenes voluntarios “que se sumaron a prestar ayuda para la recolección y distribución de las donaciones”.
Respecto de las principales necesidades, el intendente goyano señaló que lo más necesario son “los alimentos no perecederos y plásticos que se utilizan para cubrir cosas en las viviendas”.
Tal cual sucede en la localidad de Goya y su zona rural, la cantidad de evacuados no ha descendido tampoco en la Capital provincial, donde 89 familias debieron dejar sus hogares producto de la creciente del río Paraná.
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