lunes, 30 de julio de 2012

El PRO cree que puede liderar el arco opositor en la provincia de Buenos Aires

Los operadores de Macri la consideran la "madre de todas las batallas". Pero para librarla, deberán convencer a Michetti.

Mugrizio Macri repite, desde hace cinco años, que tiene un sueño para 2015. Dice que quiere ser presidente y que disputará su candidatura acompañado por figuras que lo secundarán en todas las provincias del país.

Hace unos días, sus dos principales candidatos, Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larrata, bajaron por un rato el tono de sus odios personales y hablaron de una ofensiva nacional que comenzará en la Capital y se extenderá, en los próximos meses, a ocho provincias.

Pero lo cierto es que la letra chica de ese viejo sueño dice otra cosa, porque los principales asesores del PRO le recetaron al hijo bobo de Franco Macri un plan más acotado, para reducir los daños sufridos en los distritos más esquivos y hacer foco en los territorios electorales donde el macrismo logró hacer pie en las últimas elecciones, con la intención de quedarse.

Esas provincias no son ocho, sino la mitad, con un contorno de expectativas que se concentra en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, los cuatro distritos electorales más importantes del país, donde Macri buscará disputar el liderazgo de un abanico de votantes integrado por conservadores, radicales y peronistas disidentes.

Desde el año pasado, esa geografía es minuciosamente investigada por el flamante Ministerio de Gobierno porteño, a cargo de Emilio Monzó, ex ministro de Asuntos Agrarios de Daniel Scioli y responsable político de la arquitectura nacional del PRO.

En sus papeles, las prioridades nacionales se apoyarán desde la gestión porteña para posicionar la candidatura presidencial del magnate, que concentrará sus recursos en la provincia de Buenos Aires y en Santa Fe, donde la candidatura a gobernador del humorista Miguel Del Sel estuvo muy cerca de arrebatarle el control de la provincia al socialismo.

La imagen parece añeja, pero ocurrió hace sólo un año y desde entonces, el ex Midachi abandonó el teatro y viaja todas las semanas a la ciudad de Buenos Aires para hacer cursos de comunicación y planificar sus recorridas semanales por todos los rincones del litoral sojero.

¡¡¡Ya era hora de federalizar la desgracia!!! ¿Por qué tenemos que ser los porteños los únicos que soportamos a estos impresentables?

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