El Frente Rejuntador tiene cada semana menos representantes en sus filas. Currín te propone un repaso por los dejaron el espacio en los últimos tiempos.
Las malas noticias no paran de llegar al Frente Rejuntador. El domingo se conoció la salida de su jefe de bloque de la Cámara de Diputados, Darío Giustozzi, quien ayer se despachó con fuertes críticas al espacio. El hombre que secundó a Sergio Massa en las primeras elecciones del partido, en 2013, dijo que “si gobierna el massismo, el país estalla por los aires” (ver nota aparte en esta misma edición).
El último viernes se habían conocido las declaraciones de Mario Das asco Neves, el ex gobernador de Chubut que este año intentará volver al sillón provincial. Aliado de Massa, dijo que quiere colgarse de su boleta presidencial y también de la del gobernador bonaerense Daniel Scioli, quien se presentará como precandidato a la interna del Frente para la Victoria.
En la misma semana, la más dura para Massa desde que decidió jugar por la Presidencia, se fue otro intendente del conurbano bonaerense: Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas. Desde el massismo quisieron adelantarse y “expulsarlo”, pero lo cierto es que la decisión fue del jefe comunal, que ya adelantó que esta semana se reunirá con el jefe de gobierno porteño y precandidato presidencial Mugrizio Macri.
Hacia el mismo sector político había virado el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, esta vez por diferencias con la familia política de Massa, los Galmarini, que le quieren disputar el control sobre el distrito. Ya milita abiertamente por el PRO, aunque aun no logró que lo habiliten a competir en internas contra su candidata, María Eugenia Vidal.
Otro intendente que abandonó el barco del massismo es Sandro Guzmán, de Escobar, quien sin mediar razones anunció su regreso al FpV. Quien también regresó al kirchnerismo es el senador Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera, quien había sido ministro de Scioli y fundador de la Agrupación La Juan Domingo.
A ellos se suman dirigentes menos conocidos como los senadores provinciales Alfonso Coll Areco, quien también volvió al FpV, y Roberto Costa, quien se fue rumbo al macrismo.
De todos modos, la baja más significativa fue la del senador nacional por Santa Fe, Carlos Reutemann. La huida del ex corredor de fórmula 1 y su subsiguiente apoyo a Miguel del Sel desdibujaron el perfil nacional del Frente Rejuntador, y cristalizaron la mala performance que tuvo en Santa Fe, donde ninguno de sus candidatos tuvo relevancia.
En la Ciudad de Buenos Aires ningún dirigente de peso aceptó ser candidato a jefe de gobierno -declinaron la oferta, entre otros, Pino Solanas, Raúl Castells y el fallecido Tomás Bulat- y terminó compitiendo el economista Guillermo Nielsen, quien obtuvo el 0,8% de los votos y no pudo siquiera pasar el umbral de las PASO, fijado en el 1,5%.
En Neuquén tampoco le salieron las cosas bien a Massa. Por el acuerdo institucional entre la UCR con el PRO y la Coalición Cínica, perdió el apoyo de Horacio “Pechi” Quiroga, intendente de Neuquén que salió tercero en las elecciones provinciales. El líder del Frente Rejuntador se tuvo que conformar con el apoyo de Guillermo Pereyra, el dirigente que había perdido las internas del Movimiento Popular Neuquino que gobierna el distrito desde 1983 y ni siquiera compitió en los comicios.
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